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La salvación se lleva puesta

Herediano trae desde Hong Kong chalecos con direccionales para combatir los accidentes en carretera

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Un chaleco con direccionales para ciclistas, motociclistas, peatones o atletas está causando sensación en las calles de Costa Rica.

Es un dispositivo para transitar de forma visible  por las calles y hasta le da chance de avisar a que dirección va a doblar. Razón suficiente para convertirse en un gran aliado que  puede salvar vidas en la carretera.

Según datos del Cosevi, durante los primeros cinco meses del 2017 murieron en accidentes 101 motociclistas, 23 ciclistas y 48 peatones.

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Para el director de Tránsito Mario Calderón, aunque es imposible saber en cuanto se reducen las muertes en carretera con dispositivos de ese tipo,  recomendó su uso.

“El principio nuestro es que entre más visible esté en la carretera, menos riesgo hay de que ocurra un accidente”, explicó Calderón.

Emmanuel Pérez Ruiz es quien trae directamente desde Hong Kong los chalecos desde hace menos de tres meses y asegura que han sido un pegue total.

El dispositivo se puede ver desde 150 metros de distancia y utiliza una luz LED.

Si está encendido, se marca una flecha sobre la espalda de quien lo lleve puesto, pero además, mediante un pequeño control remoto que se ubica en la manivela, usted puede indicar a los conductores si va a girar a la izquierda, a la derecha o si va frenar, como si usted fuera un carro.

Pérez dice que es ideal para ciclistas, motociclista, peatones, atletas y no hay problemas con los aguaceros porque igual funciona si se moja.

Detrás de los chalecos hay toda una historia. Resulta que Emmanuel subía en su carro por San José de la Montaña en Heredia, cuando se topó unos ciclistas y no sabía si doblarían a la izquierda o a la derecha.

“Recién había pasado el accidente donde murieron tres personas en el sitio y una muchacha despúes (29 de enero al costado norte del Walmart de Sánchez de Curridabat) y pensé: 'juepucha tiene que haber algo que evite estas tragedias'”

Pérez no se quedó con el clavo y se puso manos a la obra. Fabricó un chaleco con bombillos led, donde quedaba una luz parpadeante, pero hacerlos le salían muy caros por lo que tuvo que desechar el invento.

Wilser Rodríguez usa el arnés y retomó un poco la confanza en carretera. Lo recomienda, pero sin descuidarse ante tanto loco. Foto: Cortesía Wilser Rodríguez. (Wilser Rodríguez)

Sin embargo, la idea le quedó dando vueltas en la jupa y empezó a buscar en Internet a alguien que hubiera hecho algo parecido. Y la búsqueda le dio resultado.

En una de las páginas que visitó se dio cuenta que en Hong Kong fabricaban los arneses desde hacía 16 años y mandarlos a traer le salía más baratos que fabricarlos aquí.

Así que probó con un primer pedido de diez chalecos que se le fueron como pan caliente y le sirvieron para tantear que era un buen negocio.

“Luego pedí 400 y ha sido una locura. Es un producto llamativo, barato porque le puede salvar la vida. Hay mucha necesidad de esas cosas”, expresó.

La diferencia es abismal entre el arnés encendido y cuando está apagado. Eso puede costar una vida. Foto: Cortesía Wilser Rodríguez. (Wilser Rodríguez)

El arnés trae luces LED (que funcionan  con baterías de litio como las de un celular), un cable con entrada usb para cargarlo en la compu o en un toma, y un control remoto, que funciona con baterías de reloj de forma inalámbrica.

Pérez tiene hoy en día su empresita en San José de la Montaña con su hermana . Lo distribuye bajo la marca Light Life y para hacerle un pedido hay que llamar al 8788-6178, con Rebeca Pérez.

El arnés cuesta ¢26.000. El control se ubica en la manivela. Foto: Cortesía: Emanuel López. (Emanuel Pérez)
Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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