La Costa Rica de 1921, año del centenario de la independencia, era otro mundo.
Ojo a este dato: en la celebración de los cien años de la patria como nación libre se invirtieron 25.000 colones (claro, entonces era un platal).
Ese detalle lo cuenta el historiador David Díaz en su tesis de maestría del año 2001, titulada “La fiesta de la Independencia en Costa Rica, 1821-1921”.
De la celebración del primer siglo de vida independiente existe una foto muy famosa tomada frente al Teatro Nacional, que tenía apenas 24 años de haber sido inaugurado.
De la mano del doctor y catedrático en Historia de la Universidad de Costa Rica Arnaldo Moya Gutiérrez, quien también es experto en el análisis de fotos históricas, vamos a escudriñar la imagen de hace un siglo para ver qué nos dice de la Costa Rica de entonces.
La fiesta de los 100 años se topó con la moda de develar placas y monumentos para alimentar el sentimiento patriótico.
Uno de los monumentos inaugurados el 15 de setiembre de 1921 fue el dedicado a Juan Mora Fernández y la justificación fue “su patriotismo, virtudes cívicas y eminentes servicios prestados a la patria” (explica la tesis de Díaz); además de que fue el primer jefe del Estado libre costarricense.
Ese monumento es el que está ahora al frente del Hotel Costa Rica, muy cerca de la avenida Segunda.
La foto de aquel 15 de setiembre de 1921 fue tomada desde la parte trasera de la estatua --que entonces veía hacia el Teatro Nacional-- y el doctor Moya Gutiérrez la analiza así:
Un lugar especial
La plazoleta frente al Teatro Nacional era un espacio cívico importante para el país hace un siglo, allí se hacían actos cívicos constantemente y con el tiempo se convirtió en un lugar especial para las celebraciones patrióticas.
El presi en primera fila
Se puede observar, al centro de la foto, entre las personas que están en primera fila de pie, viendo hacia arriba, hacia la estatua, al que era el presidente del país en 1921, Julio Acosta, quien estaba acompañado de sus ministros.
Policía y bandas
Además de personas con uniformes policiales de la época también se ven bandas musicales y banderines que, posiblemente, representaban centros educativos y es lógico porque en la foto se ven niños de escuela.
Sombreros
A partir de 1920, en el país los hombres comenzaron a usar un tipo de sombrero de paja al que le llamaban popularmente tártara (son esos blancos con una franja negra que se ven en la foto) y muy usados en toda América. Las mujeres llevaban sombreros grandes y muy llamativos, típicos de señoras adineradas y el cuerpo diplomático lleva los llamados de copa (que eran caros).
A pata pelada
Asistieron todos los representantes de la sociedad costarricense de aquel momento, por eso se puede ver gente descalza, ya que gran parte del pueblo andaba sin zapatos y así asistieron al evento. Andaban descalzos por igual hombres y mujeres.
País sin un cinco
En 1921 Costa Rica se empezaba a recuperar de la dictadura de Federico Tinoco (que cayó en 1919) y el presidente Julio Acosta se topó con un país sin un cinco. Por eso se hace un gran esfuerzo para celebrar la tejita de años de independencia. De seguro con más dinero se habría celebrado en la Plaza Mayor de Cartago, que parecía ser el lugar ideal.
Blanco azul y rojo
Se nota que los adornos en el Teatro Nacional y alrededores son en blanco, azul y rojo. Si a esa foto la coloreamos habrá una gran presencia de banderas patrias y si le ponemos sonido, la música que posiblemente se tocó fue militar, además del himno nacional.
Fervor y epidemia
Se nota un gran fervor patrio entre los asistentes y la cantidad de gente lo confirma. Entonces, como ahora, el mundo luchaba contra la llamada “gripe española”, que azotó el planeta entre 1918 y 1920. En el país hubo 2.300 muertos a causa de aquella terrible enfermedad.
Teatro Nacional
La joya del país no se abría para todo tipo de personas con frecuencia, por eso se nota que ese día, ante un espectáculo masivo, la gente aprovechó para verlo por dentro y disfrutar los festejos desde lugares poco usales. Por eso se ve gente, con ropas humildes, en las ventanas y hasta en el techo del teatro.
Firuláis
Si pone atención a la foto, de la base del monumento a la izquierda, en el suelo, hay un perrito, algo que se sigue viendo en el país incluso en actividades muy encopetadas, pero llenas de pueblo.