El jueves pasado se cumplieron 140 años de que Llano Grande de Cartago dejó de sufrir con la plaga de chapulines y eso debía celebrarse a lo grande.
A primera hora, agricultores y vecinos se fueron con una réplica de la Virgen de los Ángeles, conocida como “La Peregrina”, a sus cultivos para darle gracias a la Negrita por parar en seco a los insectos y que no siguieran destruyendo sus tierras.
Todo ocurrió un 6 de junio de 1877, cuando según los brumosos de entonces se dio ese milagro y cómo tradición las siguientes generaciones la conmemoran.
La procesión por los sembradíos la encabezaron el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, nativo de Llano Grande, y el nuevo obispo de Cartago, monseñor Mario Enrique Quirós.
Las actividades concluyeron en la noche cuando la Patrona de Costa Rica visitó varias casas donde hay rezo y repartición de comidas y bebidas.
Historia
Según la parroquia de Llano Grande, el 6 de junio de 1877, en los terrenos del padre Chavarría cayó la plaga de chapulines que amenazaba con destruir otras propiedades cuyos sembradíos estaban en crecimiento.
Los vecinos, avisados de esa amenaza, jalaron a Cartago y pidieron licencia al cura de entonces Juan Ramón Acuña y al gobernador de la provincia, Vicente Villavicencio, para llevar solemnemente una imagen peregrina de la Reina de Los Ángeles con la súplica, el amparo y protección que esos chapulines dejaran en paz los cultivos. Al llevar la imagen ocurrió el milagro, los insectos huyeron y se salvaron las tierras.