La familia evangélica de Costa Rica puede rajar que tiene un periódico con 40 añitos de existencia, se trata de Maranata, el cual nació en 1982 de la mano del periodista Róger Murillo Segura.
El pasado mes de febrero Maratana cumplió 40 años, de los cuales los primeros 34 años se distribuyó en papel y en los últimos seis por medio de una plataforma digital que se diseñó para el medio en www.periodicomaranata.com.
El cambio también varió su periodicidad ya que pasó de mensual a diario, gracias a la inmediatez que otorga Internet y las redes sociales porque también está en Facebook como “Periódico Maranata Oficial”. Todos los días sube de dos a tres noticias nuevas, ya sea nacionales o internacionales.
La web también amplió su cobertura, ya que ahora Maranata no solo se lee en Costa Rica, sino en muchos países del mundo.
“Han sido cuatro décadas muy interesantes. El objetivo principal es servirle a Dios. Siempre sentí que Dios me llamó a eso por mi profesión. Comencé sin experiencia, muy novato, con mucho ahínco y abnegación y aprendiendo sobre la marcha… ¡a pura pasión! Poco a poco el periódico fue consolidándose hasta llegar a ser un medio referente en Costa Rica y fuera de las fronteras entre la comunidad cristiana evangélica.
“La digitalización dispara los lectores a diferentes partes del mundo. Maranata ha sido invitado a diferentes ministerios (iglesias) internacionales, a cubrir eventos. Ha sido un proceso, una escuela que a estas alturas del partido nos hizo madurar y crecer, además, de ser un aprendizaje diario hasta el día de hoy. Sostenidos por Dios seguimos sirviendo a las instituciones, a los ministerios, a las iglesias, a las comunidades, siempre, hablando de la labor social y espiritual”, explica don Róger.
Este periodista logró su formación como comunicador en la Universidad de Costa Rica (UCR), mientras trabajaba como gestor publicitario en el periódico La República. Una vez que sacó su bachillerato en periodismo, se metió a sacar una licenciatura en periodismo social en la Universidad Internacional de las Américas (UIA).
Aunque había hecho varias ediciones antes de 1980 financiadas por él mismo, detuvo su producción por varios años para consolidar de una mejor forma el proyecto y dedicarle el tiempo por completo.
Fue así como en 1982, decidió dejar La República y dedicarse a establecer canales de distribución, visitando diversas regiones del país para presentar su visión a los pastores al tiempo que dejaba a definidas a las encargadas de vender el periódico en cada zona.
Sus pilares siempre fueron: informar, formar opinión y ser una plataforma para presentar el mensaje de Jesús.
Desde sus inicios el periódico tiene archivado todo su contenido, convirtiéndose en la única fuente del país que tiene empastada la historia de la iglesia Evangélica desde los ochenta a la actualidad.