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La ministra de Salud Mary Munive depositó su total confianza en una persona cuestionada por supuesto acoso laboral para que sea su viceministra desde el 17 de abril.
Mariela Marín llegó al Ministerio de Salud en junio del año pasado, en donde se desempeñó inicialmente como directora General de Salud, pero para ese momento, ya había acumulado decenas de denuncias ante la Caja y a la Unión Médica Nacional (UMN).
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Antes de llegar al ministerio, Marín trabajó como jefa en el Servicio de Emergencias de la Clínica Marcial Fallas, en Desamparados, en donde le correspondió coordinar la atención de pacientes con covid y desde ahí, el personal del centro médico reveló las supuestas conductas de la funcionaria.
Pese a todo esto, la ministra parece ignorar las denuncias, pues desde su llegada al Ministerio le dio a Marín cargos importantes.
La Teja tiene copia de las distintas denuncias que recibió Marín desde mediados del 2020, en plena atención de la pandemia por coronavirus.
Información sensible
El 27 de agosto del 2020, la Unión Médica pidió una investigación contra Marín por hechos relacionados con el tema de la confidencialidad porque, según el sindicato, algunos médicos denunciaron que la doctora Marín ordenó en un chat llamado “Guardias CDMFD” compartir información sensible.
Según relataron los propios doctores, en ese grupo había más de 6 mil fotos de las boletas en donde se le notificaba al paciente si tenía el virus, así como fotos de las fichas de investigación de caso sospechoso y probable contagio por coronavirus.
Esas boletas tenían datos como: nombre, cédula, teléfonos e información laboral.
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Muchos de los médicos se negaron a compartir la información por este medio, porque consideraban que se estaba violentando el principio de confidencialidad, situación que molestó a la doctora y casi que los obligaba a subir los documentos en el mencionado chat y, por eso, se pidió que se abriera un procedimiento, que aparece en el expediente IP -079-2399-2020. La Unión Médica recogió testimonios de más de 20 médicos.
La Teja consultó a la Caja por esta denuncia y nos respondieron que archivaron, de forma definitiva, la investigación, “ya que no se desprendió la existencia de falta alguna que justificara la apertura de procedimiento administrativo”.
Irrespeto
El 20 de octubre de ese año, la Unión Médica Nacional (UMN) solicitó una nueva investigación en contra de la doctora por, “contravenir eventualmente las Normas de la CCSS, el Código de Ética del funcionario de la Caja, el buen trato, la armonía, seguridad laboral y el respeto a los compañeros de trabajo, creando un ambiente hostil e inseguro”.
Según relató en el oficio UMN-0546-2020, que envió a Mario Cubillo, gerente médico de la CCSS, de ese entonces, ella habría tenido una aplicación en su celular que se conecta con el EDUS o con algún ordenador, con la que podría revisar a cualquier hora del día lo que ve cada colega, así como distribuciones y producción, alegando que si no tienen producción así los evaluará y también que si no están en sus consultorios, los sancionaría.
“Los primeros días que estuvo en el servicio, estuvo entrando a consultorios de los médicos cuando los mismos se encontraban con atenciones en curso, la misma se presentaba bajo cualquier excusa, como revisar algún activo, por ejemplo, para así escuchar la consulta. También se presentaba en salas de shock y veía cuál era el desempeño de los colegas, pero en estas ocasiones incluso se metía en el manejo de pacientes, daba indicaciones por encima del colega que tenía la atención a cargo”, dice el oficio.
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Como si eso no fuera suficiente, los doctores denunciaron que Marín habría instalado cámaras de seguridad para controlar los horarios de los médicos.
“Según los relatos obtenidos, llama mucho la atención que la colega Marín empezó a llamar a los compañeros en ‘parejas o pequeños grupos’, donde principalmente les hacía ver el tema del cumplimiento de los horarios y que para llevar a cabo tal tarea, ‘estaría revisando cámaras de seguridad o llegando en distintos horarios para vigilar el cumplimiento de estos’”.
Sobre este proceso y meses después de pedir una medida contra la doctora, Alejandra Rosales, quien era la directora de la Marcial Fallas, emitió una resolución administrativa, en donde se le separó del cargo y se trasladó al hospital Calderón Guardia.
Este medio quiso conocer la posición de la ministra Mary Munive, sin embargo, respondieron por correo: “le indicamos que, debido a que su solicitud pertenece al despacho ministerial, remitimos para su respectivo trámite”.
