Nacional

Mujer enfrentó la vida cuesta arriba y gracias a la venta de copos ganó el bachillerato a los 49 años

Flora Oviedo lleva 21 años de vender copos en el parque de Desamparados y su testimonio de esfuerzo y superación llega al alma

EscucharEscuchar

Flora Oviedo Cortés es una valiente mujer, de 49 años, que se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados.

Desde niña, ella ha tenido que bailar con la más fea, ya que enfrentó el abandono, malos tratos, groserías y desprecios, pero con mucho esfuerzo y sacrificio ha logrado salir adelante y ahora está que no se cambia por nadie porque acaba de ganar su bachillerato en Educación Media.

Flora Oviedo Cortés es una valiente mujer de 49 años que se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados.
Flora Oviedo Cortés se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados. Foto: Cortesía. (Cortesía Flora Oviedo)

La vecina de Patarrá contó a La Teja que se siente muy agradecida con Dios por todas las bendiciones que ha recibido, ya que además del bachillerato, le acaba de llegar un enorme regalo que jamás esperó y que la hace inmensamente feliz.

“Mi mamá me abandonó cuando era pequeña y mi papá murió, así que crecí con mis abuelos. Cuando estaba en la escuela viví cosas muy difíciles, no entendía por qué mis papás no estaban conmigo, me dolía mucho eso y mis parientes nunca me apoyaron, más bien me decían que no servía para nada, que era una maceta que del corredor no iba a pasar, que era una analfabeta, me pegaban por la cabeza, me decían que era tonta y otro montón de cosas, eso hizo que me estancara en la vida y no pudiera estudiar más.

“Pasaron los años y conocí al papá de mi hija, así que a los 27 años quedé embarazada de Ariana y me enfoqué en sacarla adelante, sacrifiqué mi vida por darle lo mejor a ella, lo que yo nunca tuve traté de dárselo a mi hija”, aseguró.

Vendía medias

La responsabilidad de tener una hija y ser madre soltera llevó a Flora a buscar ayuda económica en el IMAS. Ahí la ayudaron para que iniciara un negocito de vender medias, ella iba casa por casa, pero al final no le funcionó.

Flora Oviedo Cortés es una valiente mujer de 49 años que se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados.
Ella está que no se cambia por nadie por haber ganado el bachillerato. Foto: Cortesía. (Cortesía Flora Oviedo)

“Se me metió en la cabeza que vender copos podía ser una buena opción y fui al IMAS de nuevo para pedir que me ayudaran a comprar una carreta de copos, pero me dijeron que ya me habían ayudado una vez, así que no podían ayudarme más.

“Una señora que trabaja en el IMAS me llamó cuando iba saliendo, ella había escuchado mi conversación y me dijo que me iba a ayudar, que cotizara una carreta de copos y que ella me la regalaba, así fue como tuve mi primera carreta, empecé a vender copos hace 21 años”.

Flora se llevaba a su chiquita a trabajar y la dormía dentro de la carreta. Cuando tenía año y nueve meses consiguió una guardería y la dejaba ahí todos los días.

Esta valiente recibió un golpe durísimo hace cinco años, ya que su hija se fue de la casa y revivió el tema del abandono que ella sufrió, lo cual la hizo caer en depresión.

Pero ella se aferró a Dios y le pidió que la ayudara porque ya no sentía ganas de vivir, quería hacer algo que la hiciera feliz y decidió ponerse a estudiar.

Flora Oviedo Cortés es una valiente mujer de 49 años que se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados.
La valiente disfruta mucho su trabajo porque lleva felicidad a la gente. Foto: Cortesía. (Cortesía Flora Oviedo)

Mucho miedo

La copera sentía mucho miedo, pero aun así se armó de valor y se fue a matricular al colegio Liceo Nocturno de Desamparados.

“Más de una vez quise desistir, no entendía, me costaba mucho Español y también Inglés, lloraba y sentía que no servía para estudiar, pero los profesores y otras personas me alentaron a seguir, así fueron pasando los años”, recordó.

A finales del año pasado hizo los exámenes finales, pero le faltaron cinco puntos en el promedio final, así que fue a convocatoria. En febrero de este año volvió a hacer las pruebas y esta vez sí lo logró.

Cuando Flora recibió la llamada en la que le dijeron que ya era bachiller se pegó una llorada, pero esta vez eran lágrimas de felicidad, de satisfacción.

Pero las bendiciones para esta empunchada mujer no terminaron ahí, ya que hace unos días la contactaron de la Universidad Internacional San Isidro Labrador (UISIL) y le ofrecieron una beca completa para estudiar Administración de Empresas, que es la carrera con la que sueña.

Flora Oviedo Cortés es una valiente mujer de 49 años que se gana la vida vendiendo copos en el parque de Desamparados.
Ella está a punto de iniciar su carrera universitaria. Foto: Cortesía. (Cortesía Flora Oviedo)

Vende felicidad

Flora está viviendo la mejor etapa de su vida, al fin ve cumplir sus sueños y eso la llena de fuerza. Además, tiene un trabajo que le encanta.

“Siempre me ha gustado vender copos porque es algo que hace a la gente feliz, es un chineo, un dulce, un gusto. Antes solo vendía el original que era el rojo, de cola, pero luego fueron saliendo nuevos sabores y entonces fui teniendo más variedad, ahora tengo varios sabores: chicle; rompope, fresa, uva, piña, guanábana y coco. El que más se vende es el de cola, el tradicional, y el segundo que más me piden es del chicle que es azul”, relató.

Flora dice que está deseando entrar a la universidad, siente nervios, pero ahora sabe que con esfuerzo y mucho trabajo se puede lograr cualquier cosa, así que está motivada y disfrutando el lindo momento por el que está pasando.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.