Este viernes 20 de junio murió Marita Camacho de Orlich, la exprimera dama más longeva del mundo.
La tica tenía 114 años y en abril pasado recibió una medalla de plata que la declaró como Ciudadana Distinguida del país. La declaratoria la hizo la Asamblea Legislativa, que le rindió homenaje, principalmente, por su trabajo en pro de la niñez costarricense.
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Su esposo fue Francisco Orlich Bolmarcich, quien ejerció la presidencia de la República durante el período 1962 - 1966.
Doña Marita tuvo dos hijos, Francisco José y Mauricio Orlich. Además, tenía cinco nietos y cuatro biznietos que la visitan mucho, la sacan a pasear y la chinean un montón.
Cristian Orlich, nieto de doña Marita, nos contó hace unos meses que ella era una mujer muy cariñosa y que había sufrido un quebranto de salud debido a una infección respiratoria.
Esa enfermedad causó que doña Marita no pudiera ir a recoger personalmente el reconocimiento que le dieron en el Congreso. Le dolió mucho porque ya tenía hasta ropita nueva para asistir.
El joven describió a su abuela como una señora muy coqueta a la que le encantaban los niños, por eso cada vez que llegaba uno a verla se ponía a jugar con él.
La exprimera dama nació en San Ramón el 10 de marzo de 1911. Se casó en 1932 con Francisco J. Orlich; él también nació el 10 de marzo en San Ramón, pero de 1907.
Antes de ella, ninguna primera dama había asistido a un traspaso de poderes, así que hizo historia también en eso.
Mientras su esposo fue presidente, ella asumió tareas para promover la salud, la seguridad social y la protección de la niñez y la adolescencia. Fue una figura clave en el gobierno de Orlich.
Uno de los mayores legados de Camacho fue su apoyo a la creación del Hospital Nacional de Niños.
Enviamos un abrazo solidario a los familiares de doña Marita, que Dios les dé mucha fortaleza.