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Muy íntimo: Los problemas sexuales suelen ser de fácil solución

Columna del sexólogo Mauro Fernández

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Si el hombre termina muy rápido o la mujer no lubrica, la relación se va deteriorando poco a poco. (Grupo Nación)

Las disfunciones sexuales son muy frecuentes en nuestra sociedad, algunos estudios reportan cifras superiores al 70%.

Como se comprenderá existe una alta probabilidad de enfrentar problemas en la cama, sea en el plano personal o por parte de la pareja. Desdichadamente muchas parejas retrasan la búsqueda de ayuda profesional, arriesgando la permanencia del vínculo o afectando la estabilidad de la relación.

El problema de fondo es que todavía persiste un cierto miedo, una vergüenza cifrada, una cohibición profunda, que impide en primera instancia conversar del tema. Es frecuente que aún cuando el individuo sepa y tenga claro que no funciona bien sexualmente, no dice nada porque la pareja tampoco dice nada y por ende el problema continúa, relegando el deleite sexual a un segundo plano.

Claro está, en materia sexual, los problemas rara vez son estáticos, por el contrario, tienden a hacerse más grandes, por eso es común que la apatía sexual, la pérdida del deseo, la baja en el apetito sexual aflore en esas parejas que no se atreven a enfrentar las fallas sexuales, con lo cual se complica aún más el panorama sexual.

Es claro de entender, tener relaciones con un hombre que termina muy rápido, o que le falla la erección, desmotiva fácilmente a la pareja. Una mujer que no lubrica, que es renuente a tener relaciones sexuales, desencanta rápidamente al varón.

Desdichadamente aún en esta situación las parejas suelen postergar la consulta, no buscan ayuda y es común que el problema deje de ser estrictamente sexual y tenga repercusiones en la relación, generando cierto distanciamiento emocional que va enfriando el vínculo.

Son muchas las parejas que aprenden a sobrellevar una vida sexualmente desvitalizada, se acostumbran al desamor y a “vivir como hermanos”. Otros optan por buscar afuera lo que no encuentra en casa, algunos ven como la vida cotidiana se salpica de conflictos y otros manejan la opción de la separación.

La infidelidad, los conflictos repetitivos o la amenaza de separación suele ser “el campanazo” que despierta a muchas parejas, que les quita el temor a consultar y los motiva a buscar ayuda profesional, para después de tantas desdichas darse cuenta que hoy los problemas sexuales suelen ser de fácil solución.

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