Nayel Zúñiga está en sexto grado y quiso vivir su último año de escuela a lo grande. Por eso y porque ama la música, aprendió a tocar el tenor para participar en los desfiles de celebración de los 203 años de la Independencia.
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Zúñiga vive en Dulce Nombre de Coronado y le gusta participar en grupos folclóricos. Es un estudiante aplicado y este domingo 15 de setiembre se levantó bien tempranito, a las 4 a. m., ansioso por desfilar junto a sus compañeros de la escuela España, que se ubica en San José.
“Me gusta la música y siento que es una manera de rendir homenaje a la patria, yo me siento feliz cuando veo que puedo demostrar mi talento y más en una actividad tan importante.
“Hoy (domingo) me desperté muy temprano, recordando la sincronía y siento que pese a que en el país hay situaciones difíciles, siempre se viven estas fiestas con fervor”, añadió.
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Con el sonido de su instrumento, Nayel fue uno de los tantos estudiantes que le pusieron la nota alta a las celebraciones de la Independencia en el centro de San José.
Personas de todas partes no quisieron perderse los desfiles patrios, el buen clima ayudó a disfrutarlos más y algunos hasta llegaron casi al inicio, para asegurarse un buen espacio en la avenida Segunda.
Con todo
Lizbeth Hernández llegó desde Purral con su hija Catalina y sus amigas de la iglesia, Noemy y Aisha. Estas muchachas llegaron bien preparadas: llevaron sillitas, capa, sombrillas, bloqueador, bebidas y snacks. Todas estaban felices disfrutando la música, de los abanderados y los desfiles.
Noemy fue la encargada de guardar el campo. Se sentó frente a las oficinas centrales de la Caja, a eso de las 7:30 a. m. y sus amigas llegaron minutos después.
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“Antes vivía en San José y por eso soy fiel a estos desfiles. Me parece que el Liceo de Costa Rica es el que lo hace mejor y por eso me alisto para venir hasta acá, porque me gusta lo que hace”, dijo Lizbeth.
Ellas no perdieron rastro de cada escuela y colegio que desfilaron.
En total, nueve instituciones se prepararon por meses para presentarse este domingo: las escuelas España, Unificada República de Perú - Vitalia Madrigal, Omar Dengo, Buenaventura Corrales y Marcelino García Flamenco, y en secundaria lo hicieron el Liceo de Costa Rica, el Colegio Superior de Señoritas, el Colegio Ricardo Fernández Guardia y el Liceo del Sur.
Ítalo Sánchez representó a la escuela Omar Dengo, que se localiza en Barrio Cuba. Lo hizo acompañado de su mamá, Elizabeth Montero.
Este campeón cursa el tercer grado, es el mejor promedio en su clase y su mamita lo ayudó a movilizarse, pues este chiquito se traslada en silla de ruedas, pues tiene una condición llamada Charcot-Marie-Tooth, que le provoca la atrofia de sus manos y pies.
“Gracias a dios ha sido un chico ejemplar, me siento feliz, agradecida con Dios, porque es sumamente inteligente y para mí y sus compañeros es un orgullo, siempre da lo mejor de sí para destacar como estudiante.
“Su hermana mayor, Allison, tiene 20 años y vive con la misma condición y este es el segundo año en el que estudia psicología en la universidad y digo esto porque así como ellos, cualquier persona puede salir adelante”, expresó orgullosa su madre.
Ítalo no se perdió ni uno de los ensayos previos al desfile y dijo que estaba feliz de desfilar y comentó que lo hace desde primer grado, porque las notas altas son lo suyo.
“Estoy muy feliz de participar en los desfiles. Por dicha me va muy bien en la escuela y me encanta español, me gusta leer, es mi materia favorita”, dijo el chiquitín.
Fervor desde niña
Antonella Herrera tiene tres meses de nacida y problablemente no entendía lo que ocurría a su alrededor, pero su mamá Joselyn la vistió con un hermoso traje de campesina, porque para ella es importante que sus hijas vivan estas fiestas desde que están pequeñas.
La bebita y su familia vive en Desamparados y su hermana mayor Allison desfilaba con la Escuela Buenaventura Corrales, portando un banderín.
“Llegamos a las 7 a. m. para no atrasarnos por una presa o las calles cerradas. Me gusta que mis hijas vivan las tradiciones ticas a lo máximo, tengo otra hija, llamada Amanda, y para todas deseo que se sientan orgullosas de ser costarricenses”, afirmó.