Giannina Ortega es, posiblemente, la única tica que logró sacarle un resultado positivo a España el pasado 23 de noviembre porque tuvo que hacer una preapertura de lo que será su restaurante en Madrid y fue todo un exitazo.
Cuenta la tica de 33 años, quien vivió en Hatillo 8 hasta sus 29, que la verdad la preapertura fue algo que no tenía en mente porque sí se viene la apertura oficial de su negocito, pero iba a un ritmo más suave, sin embargo, los ticos en España, conocedores ya del sabor de su cuchara, la llenaron de mensajes y la motivaron a inventarse algo para poder disfrutar la mejenga entre ticos y españoles, en un ambiente muy hogareño.
La verdad, la verdad, los ticos en España no querían perderse de uno de los platillos que más sabrosos le quedan a Nina, como le dicen de cariño los amigos: el chifrijo. Ese fue uno de los platillos principales.
Cuando Nina revisa su agenda, tiene dos fechas bien anotadas, el local para el restaurante se lo dan el primero de diciembre y la gran apertura oficial la marcó el sábado 16 de diciembre. No hay nada en la hoja de 23 de noviembre, pero ustedes saben muy bien que al tico -en muchas ocasiones- nos gana la panza.
La fiebre del partido se unió con el sabor de comida tica y Nina tuvo que correr para alquilar un salón y poder abrir por un día lo que será “Puntico” el nuevo restaurante.
Decimos nuevo porque hasta enero pasado ella tuvo un restaurante que abría solo los sábados, se llamó “Con el sabor de Yamil”, pero lo cerró para poder traer a este mundo un pedacito de luz que se llama Mía (el papá se llama Jairo Soto), quien nació el pasado 9 de febrero.
Aquel primer nombre se lo puso porque sus papás, don Marco Ortega y doña Suzie Vega, desde hace 32 años venden desayunos en Hatillo 8 y el negocio lleva ese mismo nombre, “Con el sabor de Yamil”. Don Marco fue quien le enseñó a cocinar a Nina desde que ella era pequeñita y hasta el 2018 le echó el hombro en el negocito josefino.
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“Puedo decir que la actividad del día del partido fue la preapertura del restaurante y fue en el salón de una cafetería que alquilé a la carrera. Solo fue para ver el partido. Ese lugar no será el mismo en el que estará el Puntico, pero sí sirvió para que los ticos pudieran disfrutar de chifrijo, tres leches, torta chilena y como sorpresa, un tamal.
“Había como 30 ticos que disfrutaron de la comida. Nos llegaron de Salamanca, Málaga, Madrid centro. Ticos que en Costa Rica vivían en Cartago, Guanacaste, San Carlos, Heredia, Pérez Zeledón, San José. Todo arrancó con mucha motivación y alegría”, explica Nina.
Como poco a poco España nos fue llenando el saco de goles, el dolor llegó a esos ticos en Madrid que mejor se concentraron en la comida y se alteraron cuando vieron que el árbitro había dado ocho minutos de reposición, sintieron que podían llegar más goles y así fue.
“Como somos los ticos, nos reímos y vacilamos mucho con la gran cantidad de memes que fueron apareciendo en redes sociales, también, muy agüevados por la goleada, además, a todos nos tocaba salir a las calles de España con la camiseta, la bandera, las gorras.
“Vieras que aquí no había nada de ambiente de fútbol para los españoles, ellos como que daban por sentado que iban a perder o algo así. No había nadie con camisetas de su país y las calles estaban muy peladas, eso dolió más porque uno fue el pelotero y perdimos”, comentó.
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Lo que sí dejó muy contenta a Nina es que todos los ticos disfrutaron mucho su cuchara, agradecieron la apertura y se sorprendieron que para que se ayudaran a quitar el mal sabor de boca por los siete goles en contra ella les dio una excelente medicina, una piñita de tamales.
“Ahora que Mía entró a guardería me animé a abrir solita mi propio restaurante y, por primera vez, abriré todos los días. La comida tica ha gustado mucho en Madrid no solo a los ticos por eso tengo gran fe de que me irá super bien.
“Puntico estará en Calle Barceló 6, en la segunda planta del mercado Barceló. Esa zona es, por así decirlo, como la Calle de la Amargura de San Pedro”, dice la emprendedora.