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Margarita Salas, candidata a diputada por el partido Vamos, montó el miércoles un show lamentable.
La “aspirante” a legisladora se puso a fumar marihuana en una pipa mientras alguien la grababa y luego, como la gran cosa, subieron elvideo a las redes sociales de la agrupación política.
Según Salas, el objetivo del espectáculo era decir que, en caso de llegar ella a la Asamblea Legislativa, luchará para que en Costa Rica se legalice el uso recreativo de la marihuana.
El año pasado, la ONU reconoció que la yerba puede tener propiedades medicinales, pero hasta ahí porque la planta siguió en la lista de las drogas con alto potencial adictivo.
Es decir, llegar a ella es sencillo, dejarla no tanto. Eso lo saben muy bien en los sitios donde se lucha contra las adicciones, que tantas vidas han destruido y seguirán despedazando en el futuro.
Juan Carlos Arce, director administrativo de la Clínica Integral Nueva Vida, enfocada en el tratamiento de adictos al alcohol y otras drogas, criticó en una nota de La Teja el mensaje que manda Salas con su humeante actitud.
”Estamos totalmente en contra (de la legalización de la marihuana recreativa), porque una de las primeras etapas del desarrollo de cualquier adicción es el uso en forma recreativa”, dijo Arce.
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Además opinó que una posición como la de Salas es muy preocupante para ellos, sobre todo porque en la clínica han visto el daño que la marihuana les ha causado a muchos jóvenes.
Como ven, no se trata de moral, sino de salud, de las consecuencias que las adicciones tienen en la vida de las personas, entre estas menores de edad. Si Salas de verdad desea llegar a Cuesta de Moras debería ir buscando otros métodos para llamar la atención y justificar esa batalla que tantas ganas tiene de pelear.
Ofrecer soluciones a los grandes problemas nacionales, con seriedad y con trabajo, sería una buena manera de comenzar, pero ella parece conformarse con aspirar humo en vez de construir unas bases sólidas para sus otras aspiraciones, las políticas.
