Veremos si este jueves el PAC por fin revela el ganador de su miniconvención del pasado domingo, la cual a pesar de la poca participación de votantes se le hizo un colocho.
Y ya la agrupación tiene una sombra que antecede el actual conteo. Fue en la convención del 2013.
Aquel domingo Juan Carlos Mendoza se fue a dormir como virtual ganador y amaneció derrotado por Luis Guillermo Solís, quien luego ganó la presidencia y no olvidaremos su lamentable gobierno, el de la nublada casita de cristal.
Epsy Campbell, favorita en las encuestas, quedó de última y llena de dudas porque el partido quemó todo el material electoral.
Ahora, sin mayor explicación, el tribunal interno suspendió la noche del domingo dar los resultados.
La diputada Carolina Hidalgo llevaba 441 votos sobre su compañero de bancada Welmer Ramos.
La suspensión del conteo es mejor que aceptar cualquier posibilidad de incorrección o fraude, pero no se debería llegar a ese punto, especialmente en una convención de números tan humilditos. Se inclinaron por el conteo manual pero este es un control a posteriori para discernir si una papeleta debió ser anulada o sea, detallitos.
Si el PAC desconfió del método planificado desde meses atrás para comunicar los resultados, pudo haber decidido, de entrada, el recuento manual.
Estos son procesos de interés público, la responsabilidad de las agrupaciones políticas no se limita a sus simpatizantes y afiliados. El vencedor podría ser elegido presidente de todos los ticos y todos tenemos derecho a exigir que su postulación sea transparente, sin sombras ni dudas. Y esto ya pasó con el PAC.