Más claro no canta un gallo: “Estamos en una crisis, no solo económica, sino sicológica, social y de valores, yo entiendo que la gente esté enojada y disgustada, este es un país en el que todavía tenemos el derecho de reclamar y eso es un derecho sagrado, pero hay que hacerlo correctamente.
“No podemos permitir que en estas causas se infiltren vándalos que van en contra de los fines del movimiento”. Así reaccionó el escultor Ibo Bonilla ante el irrespeto de un grupo de gamberros quienes, la noche del lunes, aprovecharon la marcha por el Día Internacional de la Mujer para rayar edificios y monumentos del Poder Judicial, incluida la esfera de piedra que él hizo.
El escultor, ante el temor de que los encargados de borrar estas muestras de pachuquismo pudieran usar químicos que accidentalmente dañaran su obra, corrió a limpiarla.
Este grupo además de no tener la menor idea de lo que es la educación cívica y que pelea por un tema muy sensible, como lo es el aborto, con esta clase de actos lo único que gana es el repudio y hasta el objetivo de su lucha se ve enlodado.
Y es que los valores que pregona la obra del artista, y que son parte de la idiosincracia del tico: “Identidad, estabilidad y justicia”, fueron mancillados.
“Estamos hablando de que después del monumento nacional, a nivel internacional, ese conjunto escultórico se considera como de lo más representativo de la cultura costarricense”, dijo Bonilla.
Ojalá las autoridades identifiquen y procesen a los responsables, porque así como los ticos gozamos del derecho a manifestarnos, en un país de derecho también hay consecuencias para los antisociales.