El número de pacientes diagnosticados con insuficiencia renal crónica y en terapia de diálisis en la Caja Costarricense del Seguro Social creció 317% en los últimos seis años.
Mientras en el 2011 había 269 casos, en el 2018 pasaron a 855 pacientes en tratamiento, según informó el Dr. Manuel Cerdas Calderón, jefe de Nefrología del Hospital México y coordinador institucional de la Comisión Técnica Asesora de Nefrología.
A febrero de este año, 208 pacientes reciben tratamiento de hemodiálisis (HD). Además, existen 647 pacientes en diálisis peritoneal crónica ambulatoria (DPCA), que la persona se hace en el trabajo y en el hogar para llevar una vida normal. Este segundo grupo creció 48% en el periodo 2015 – 2018.
En 2011 la relación era 132 y 137 pacientes atendidos en cada programa de tratamiento respectivamente, indicó Cerdas Calderón.
El jefe de Nefrología del hospital México comentó que entre sus principales causas están: diabetes mellitus (DM), hipertensión arterial (HTA), Enfermedad Renal Poliquística y Nefropatía Mesoamericana.
El fallo renal se produce cuando los riñones no son capaces de filtrar adecuadamente las toxinas y otras sustancias de desecho de la sangre. Su diagnóstico evidencia daño por más de tres meses.
Los datos son contundentes en cuanto a la magnitud de este problema de salud pública creciente al cual se enfrentan los servicios de atención de la institución, manifestó el galeno. En el mundo se estima que de 1 de cada 10 personas la padecen.
Cerdas Calderón explicó que en Costa Rica la enfermedad Renal Crónica (ERC) comúnmente ataca a personas en edades comprendidas entre 20-50 años, especialmente a los diabéticos e hipertensos, con una concentración en la provincia de Guanacaste.
Hay que prevenir.
Los especialistas recomiendan que la población no baje la guardia y realicen hábitos para prevenir la enfermedad renal crónica, entre los cuales están:
Hidratarse correctamente con agua. Se recomienda ingerir tres litros de agua diarios, sobre todo si se viene en lugares con temperaturas altas.
Ingerir frescos de frutas naturales, pero adicionales al agua.
No exponerse mucho al sol, sobre todo entre las 10:00 de la mañana y las 2:00 de la tarde. Cubrirse del sol con barreras protectoras como mangas largas, pantalones largos y sombreros de ala ancha; el bloqueador es un complemento a las barreras protectoras, pero no se debe utilizar como única barrera.
Alimentarse de forma balanceada, ingiriendo vegetales, verduras y frutas frescas, pueden ser de temporada que su precio es más accesible.
Realizar actividad física diariamente, ésta no implica hacer altas erogaciones de dinero.
No automedicarse. Los medicamentos solo deben recetarse por un especialista.