Muy llena de energía encontramos a Stefanny Naranjo colaborando en la creación de una de las alfombras de aserrín, flores y amor, para que la Negrita pasara de la catedral a la basílica en Cartago.
No eran ni las cinco de la mañana y ahí estaba Stefanny poniéndole bonito. Ella es de la comunicad de San Pablo de Oreamuno, tiene 18 años de participar haciendo las alfombras y la encontramos muy esmerada porque nos asegura que tiene demasiado que agradecerle a la Patrona de Costa Rica.
“Ayudar a hacer una alfombra para la Virgencita es un homenaje lleno de amor que hago por tantas bendiciones y milagros que ha hecho en la comunicad de Oreamuno como sucedió conmigo.
“En las tres últimas oportunidades no pude estar ya que estaba luchando contra un cáncer de mama. Le agradezco a la Virgencita que intercedió por mí y así me ayudó a salir adelante, ella me hizo el milagro de estar con vida en estos momentos. Sigo luchando día con día por la vida”, comentó la brumosa.
Ahora Stefanny tiene 30 años. Cuando arrancó su guerra contra el cáncer de mama tenía 25. Ha ganado demasiadas batallas, de hecho, todavía las gana, ya que incluso hoy día sigue con tratamiento.
“Me lograron diagnosticar a tiempo. He sido operada en dos ocasiones y pasé por quimioterapia. Por la salud no pude estar en años anteriores, fue algo duro y triste porque quería participar, incluso cuando tenía pocos días de operada, pero no pude”, explica ahora con alegría porque pudo volver a cumplirle a su amada Negrita.
La Pasada
Stefanny fue parte de más de 200 personas de las diferentes filiales de la Diócesis de Cartago que participan haciendo las alfombras en la tradicional Pasada a la basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles después de un mes completo en la catedral.
Una misa de despedida, que inició a las 9 de la mañana y se extendió por casi dos horas, y con la catedral hasta la coronilla de gente, fue presidida por el obispo de Cartago Mario Quirós Quirós, quien acompañó a la Negrita hasta la Basílica donde fue recibida con otra eucaristía que se realizó dentro del templo y presidida por el padre Carlos Hernández, párroco de Santa Teresita del Niño Jesús de San José.
La carroza en que se transportó la Virgencita fue hecha por la parroquia San José de Orosi que este año fue elegida por la Comisión de La Pasada de la Catedral para tener el honor de transportar, con la ayuda de 40 personas de los diferentes grupos pastorales.
Además, participaron familias de la comunidad de Orosi en un trabajo que tiene dos meses de haberse iniciado.
La mayoría de materiales del follaje fue donado por floricultores de la zona norte de Cartago, Cervantes, Dulce Nombre y El Guarco y un profesor de Artes Plásticas de la comunidad fue quien realizó la confección.
Este año resalta la figura de San José Cabécar, qué tiene más de 300 años y que fue traslada de Talamanca hasta Orosi por unos franciscanos. Hace 20 años también tuvieron el honor de confeccionar la carroza.
La tradición del traslado de la imagen se da desde 1782 y el gran atractivo para quienes participan de esta actividad son las 19 cuadras por donde pasó la imagen en un recorrido de casi dos kilómetros con alfombras hermosamente decoradas por las diferentes parroquias de la diócesis que lo hacen como un homenaje a la madre de Jesús como una muestra de amor, sacrificio, pero sobre todo mucha fe.
Los primeros en iniciar la creación de alfombras fueron los del Cuerpo de Bomberos de la estación de Cartago que ya a las 8 de la noche del pasado sábado estaban realizando el trabajo de montaje.
Familiares se unieron a los 20 bomberos entre voluntarios y permanentes y finalizaron a las 3 de la madrugada del domingo.
Ellos cuentan con su propia comisión y aportan ideas para el diseño que se pudo hacer gracias a la ayuda de empresas de Llano Grande, Tierra Blanca, aserraderos, entre otros que les dan una mano para poder hacer esto por fe, devoción y un gran honor hacia ella.
Desde la medianoche comenzó el trabajo la cuadra de la parroquia Dulce Nombre de Jesús que les corresponde desde hace 10 años utilizando material reciclado de tapas y botellas Plásticas, aserrín y escarcha.
Los de la parroquia San Vicente de Paúl de Capellades iniciaron a la 1:30 de la madrugada del domingo a pesar del frío que hacía.
Ni ese frío detuvo el entusiasmo y cariño con el que hacían su trabajo entre brosa de café (traída de Turrialba) teñida de diferentes colores, helechos, cal, brillantina que han sido donados y comprados. Se organizaron desde hace dos meses y calculan que la inversión puede rondar el millón de colones.
La Fuerza Pública de Cartago no se quedó atrás y entre cuatro de sus miembros prepararon su homenaje a la Virgen. Participan este año por cuarta ocasión y resaltaba la representación de policías de Fuerza Pública, Fronteras, Vigilancia Aérea, Control Fiscal, Fronteras, Control de Drogas, Guardacostas y la Academia Nacional de Policía. Entre ellos mismos (los 4 policías) de su bolsillo compran el material y las flores se las donan.
El padre Saúl Acuña Núñez de la basílica Inmaculada Concepción de María de El Tejar no lo dudó en trabajar también junto a 60 personas de la comunidad desde la 1 de la madrugada.
Aunque tiene muchos años de colaborar en la confección de las alfombras es la primera vez que lo hace con ellos y como nos comentó además de la fe, lo motiva la tradición y la colaboración.
Es así como los visitantes gustaban de tomar fotografías en todo el recorrido que fueron confeccionadas desde el sábado en la noche y tempranas horas de la madrugada del domingo adornadas con flores como rosas, claveles, girasoles, pomas, yerberas, cal, broza de café teñida, aserrín y plástico reciclado.
La Reina de los Ángeles fue recibida en medio de aplausos pasado el mediodía en la Basílica.