Costa Rica y Turquía son dos países que aunque están muy lejos entre sí, tienen algo en común: ambos están sobre zonas sísmicas muy activas.
Sabiendo eso y que en Tiquicia han ocurrido terremotos tan fuertes como el del 6 de febrero (de 7,8 grados) en el país asiático, es imposible no preguntarse, ¿por qué acá esos fenómenos naturales no han sido tan devastadores como el de allá?
El Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica (CFIA) nos dio la explicación y es muy sencilla: gracias a nuestro Código Sísmico.
La Teja conversó con el ingeniero Miguel Cruz, coordinador de la Comisión Permanente de Estudio y Revisión del Código Sísmico sobre la duda que surgió luego de que el trágico terremoto, que también afectó a Siria, ya supera los 35 mil muertos y decenas de miles de heridos.
Según el ingeniero, el Código Sísmico y el respeto total de las construcciones, desde 1974, son las que marcarían una gran diferencia si a Tiquicia la golpea un terremoto de más de 7 grados, bastante superficial y en una zona bien urbanizada, como le pasó a Turquía.
“Nosotros en Costa Rica hemos tenido terremotos como el de Turquía. El terremoto de Limón (el 22 de abril de 1991) fue de 7,7 grados; también tuvimos el de Sámara (5 de setiembre del 2012) fue de 7,6 grados, la diferencia es que el epicentro no estuvo en zonas pobladas.
“Digamos que un desastre así lo vivió el país en 1910 con el terremoto de Cartago (4 de mayo, con más de 700 muertos), precisamente, en una época en la cual no se tenía un Código Sísmico y las construcciones eran hechas sin ningún tipo de precaución ante los sismos”, explica el ingeniero.
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En 1979 nació la ley que obliga a toda construcción, en nuestro país, a respetar el Código Sísmico.
“Lo que exige el Código es que a la hora de construir los materiales deben ser resistentes, rígidos y flexibles. Lo que uno pudo ver en las construcciones turcas, con el perdón y respeto a la ingeniería turca, es una ausencia total de materiales flexibles y resistentes.
“El material debe cumplir con el Código Sísmico sí o sí en lo flexible, ¿por qué?, porque cuando es resistente y flexible significa que ante un terremoto ese material puede deformarse sin perder la resistencia.
“Le doy un claro ejemplo, la tiza para escribir en pizarras tiene un cierto grado de resistencia, pero en un punto, usted la quiebra, en cambio, aplíquele fuerza a un clip de esos que se usan en cualquier oficina, se doblan, se deforman, pero no se quiebran, hasta se calientan por nuestra fuerza, pero no se quiebra como la tiza, eso significa material flexible y resistente”, explica don Miguel.
Mala calidad de materiales
El ingeniero agrega que a simple vista los edificios turcos derrumbados muestran materiales frágiles, sin refuerzos y sin estructuras bien definidas.
Pues les contamos que don Miguel tiene muy buen ojo, porque una nota del periódico digital www.20minutos de España, está titulada así: “Los arquitectos culpan de la tragedia de los terremotos en Turquía a las legalizaciones de edificios ‘inseguros’ y ‘podridos’”.
“El incumplimiento de las normativas de construcción y los continuos perdones dados por el Gobierno a edificios levantados sin licencia, explican el enorme número de víctimas mortales, más de 30.000 (ya va por 35.000), en los terremotos de hace una semana en Turquía, según denuncia el Colegio de Arquitectos.
“La razón principal de esta enorme tragedia es el permiso concedido a edificios construidos sin respetar la normativa de construcción”, le dijo Emin Koramaz, presidente de la Unión de Cámaras de Arquitectos e Ingenieros de Turquía, a EFE, declaración que se recoge en la publicación.
“Desde la municipalidad de Estambul (Turquía) se ha señalado que en ese perdón de 2018 casi 300.000 edificios fueron legalizados en las diez provincias arrasadas por el terremoto”, agrega el medio.
GAM
Como la mayoría de terremotos bravos que han ocurrido en el país no fueron en zonas tan pobladas, le consultamos a don Miguel qué pasaría si se viniera uno así pero la GAM.
“Si un terremoto de 7 grados o más golpea algún sector de la Gran Área Metropolitana, que es donde más construcciones hay, claro que vamos a tener daños, no podemos pensar que no pasará nada, pero es posible que no tengamos los daños extremos que lamentablemente vive Turquía.
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“Es que en Costa Rica invertimos buena parte de la plata de una construcción en acero… vea usted qué paradójico, Turquía es uno de los principales productores de acero y eso es lo que menos se nota en las construcciones caídas”, reconoce el experto.
Lo dicho por don Miguel y reforzado por los españoles, también es apoyado desde Inglaterra.
“La intensidad máxima de este terremoto (el de Turquía) fue violenta, pero no necesariamente suficiente para derribar edificios bien construidos”, afirmó a la BBC David Alexander, catedrático de Planificación y Gestión de Emergencias del University College de Londres.
“En la mayoría de los lugares, el nivel de sacudida fue inferior al máximo, por lo que podemos concluir que, de los miles de edificios que se derrumbaron, casi todos no cumplen ningún código de construcción antisísmica razonablemente esperado”, agregó Alexander.