Karolina Barrantes es una prepago sancarleña que no niega a lo que se dedica porque no le importa el qué dirán.
Ella comenzó en el mundo de la prostitución siendo muy joven en “salones de masajes” josefinos, hasta que por ahí del 2005 llegó a un club en barrio Amón en donde aprendió a modelar y tiempo después asegura que se hizo una experta en películas porno.
LEA MÁS: Prepago tica: “Mi récord fue de 16 hombres en un día”
“En aquellos tiempos del 2004, todo era muy diferente. Yo andaba como por los 22 años y comenzaron a buscarme para hacer películas porno, pero eran diferentes porque eran por pedido, hice como 60 películas porno. Un cliente pagaba por una película de no más de 30 minutos y pedía cómo quería todo.
“Aquellas películas se vendían solo en el extranjero y como el Internet no estaba tan metido y las redes sociales no eran un fenómeno como ahora, entonces había garantía de que nadie más vería esa película”, explica Karolina.
No niega que en el porno ganó bien y seguido. Al jefe, el mero, mero, jamás lo conoció, siempre la contrataron intermediarios que le decían que venían de parte de aquel jefe, eso sí, nunca le enseñaron ni una foto.
“Por película podía ganarme entre 600 mil y un millón de colones. En aquel momento eso era un montón de plata. Eso sí, debo explicar que no por ser películas de 30 minutos, se trabajaba poco, ¡qué va!, para lograr esos treinta minutos se llevaba una semana de grabación, mínimo.
“Hice películas porno con hombres, con mujeres, con dos hombres. Me acuerdo que la mayoría de hombres que usan para las películas porno son homosexuales porque son los que más se cuidan y porque como las mujeres no los excitan, duran mucho más. Fue otra etapa que disfruté de la cual no me quejo porque gané buen dinero”, aceptó.