Este martes 25 de enero se celebró la misa de ordenación episcopal de monseñor Juan Miguel Castro Rojas, quien una hora después --a las 11 a.m.-- era oficialmente el quinto obispo de la diócesis de San Isidro de El General.
Antitos de que empezara la misa en la catedral conversamos con doña Dora y doña Ana Castro Herrera, primas hermanas del nuevo obispo y quienes aseguraron, porque se criaron con Juan Miguel, que su vocación sacerdotal fue de siempre.
“Puedo asegurar que nació sacerdote. Yo que me crié con él prácticamente desde que nació, recuerdo que siempre fue un niño con una paz interior diferente, especial. Él siempre fue muy correcto, muy justo y le digo que eso era desde que tenía cuatro o cinco años”, afirmó doña Dora.
En la misa también estaba doña Míriam Rojas, la mamá de monseñor Castro, quien nos dijo que no cabía de la alegría al ver a su hijo como obispo.
“En casa siempre lo apoyamos desde el momento en que nos dijo que quería entrar al seminario; siempre hemos visto su vocación como una bendición”, dijo la madre.
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La misa fue celebrada por el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José Manuel Garita, quien en su sermón dijo: “Querido monseñor Juan Miguel, de hoy en adelante serás pastor de esta iglesia particular que te acoge y acompaña con su oración y afecto.
“La fuerza oculta de tu ministerio sagrado se encuentra en la comunión orante con el pastor por excelencia, que es el Señor. El santo padre Francisco nos lo recuerda claramente: ‘Solo si se está centrado en Dios es posible ir a las periferias del mundo’”.
Estaban presentes en la celebración los nueve obispos titulares de la Conferencia Episcopal, el nuncio apostólico, seis obispos eméritos (o sea, ya retirados por tener más de 75 años).
Si ya la misa era de una gran fiesta por la ordenación de un nuevo obispo para el país, fue una misa con un cardenal panameño presente, monseñor José Luis Lacunza, obispo de la diócesis de David.
“Estoy muy alegre de esta celebración costarricense. Vine como parte de lo que es ser un buen vecino. David, en Panamá, y Pérez Zeledón, en Costa Rica, son zonas hermanas y es muy bueno que nos mantengamos unidos. Tenemos muchos temas en común que tratar y grandes comunidades que ayudar, eso se hace mejor si trabajamos en equipo”, afirmó el cardenal.
El ambiente antes, durante y después de la misa fue muy alegre.
Como la catedral generaleña queda frente al parque central de San Isidro, se pusieron 300 sillas para que la comunidad pudiera disfrutar el evento desde cerquita ya que por protocolos sanitarios las bancas del templo estuvieron a la mitad de su capacidad.
El cura Sergio Valverde, de Obras del Espíritu Santo, se encargó de animar a los católicos afuera de la catedral y por supuesto que cantó su exitosa canción “Sin la mascarilla, hay covid pa’ti y covid pa’ mí”.
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Monseñor Gabriel Enrique Montero fue el cuarto obispo de la diócesis de San Isidro de El General, asumió en el 2014 y el papá Francisco le aceptó la renuncia el 13 de noviembre del año 2021.
“Queda en muy buenas manos la diócesis. Le agradezco a Dios haberme permitido compartir con un pueblo tan noble y cariñoso como el de Pérez Zeledón. Estoy muy seguro de que monseñor Castro hará una gran labor en la comunidad, todos debemos apoyarlo”, dijo Montero.
A las 11 a.m., en punto, monseñor Castro se acostó boca abajo frente al altar como signo de su entrega total a Dios y a su nuevo episcopado.
“Soy un servidor. Asumo en San Isidro de El General con enormes ganas de aprender y de aportarle a la comunidad. Estoy convencido de que entre todos nos ayudaremos a mantener nuestro pasos en el camino que Dios quiere que caminemos”, dijo.
A las 11:23 a.m. monseñor Garita, el obispo consagrante, le puso las manos en la cabeza a monseñor Castro y en ese momento quedaba ordenado como el sacerdote número 38 que llega a obispo en Costa Rica desde la fundación de una diócesis en el país, en 1850.
Una misa de ordenación episcopal la volveríamos a vivir en más o menos tres años, que es cuando monseñor Óscar Fernández Guillén, obispo de Puntarenas, cumplirá 75 años y debe presentar la renuncia.