Iván Flores es un productor audiovisual nicaragüense radicado en Tiquicia desde hace diez años, incluso ya se nacionalizó, por lo que ve con preocupación lo que ocurre actualmente en Costa Rica, ya que él lo vivió en su país antes de tener que salir.

Las constantes declaraciones del presidente Rodrigo Chaves durante las conferencias de prensa del Consejo de Gobierno en las que ataca a algunos medios de comunicación, encienden las señales de alerta sobre cómo debe ser la relación entre ambas partes.

Iván es el director y propietario de Ticavisión, un canal de televisión dirigido a los costarricenses y a los nicaragüenses radicados en nuestro país, y sabe lo que este tipo de mensajes pueden provocar.

“Quiero hacer un llamado con todo respeto, porque aunque soy nicaragüense de nacimiento, ya obtuve mi naturalización y quiero mucho a Costa Rica porque me ha permitido desarrollarme, pero nosotros venimos de tener todas estas experiencias y nos llama la atención los discursos populistas que enamoran al pueblo”, explicó Flores.

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El productor audiovisual ve dichas señales como el inicio de lo que vivieron los medios de comunicación en Nicaragua y que dejó como resultado el cierre de todos los medios independientes.

“Me parece sumamente alarmante el hecho de que desde el inicio de la campaña se comenzó a llamar a ciertos medios de comunicación como prensa canalla y últimamente notamos, hasta un discurso de odio que puede ser un tanto peligroso”, explicó el director pinolero.

Amenazas

Flores reconoce que ellos han vivido las consecuencias de esos discursos de odio cada vez que suben una nota a sus redes sociales con algún tipo de crítica.

“El periodismo debe cumplir una función crítica a la labor del Gobierno y cada vez que nosotros lo hacemos, inmediatamente se nos vienen encima una serie de ataques. Incluso hemos recibido amenazas de personas que nos dicen: ‘vamos a desaparecerlos’ o ‘vamos a quitarles la licencia’” compartió el empresario.

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Añadió que Chaves debería moderar esos pronunciamientos contra la prensa.

“Nosotros (la prensa) no estamos para atacarlo, sino para fiscalizar lo que está pasando. ¿Qué sería de la población si no existiera la prensa investigativa? Nos preocupa el ataque que se ha estado haciendo, ya que podría provocar que la población se vuelva contra un medio de comunicación o quieran atacar a un periodista y ojalá que nunca pase. Es peligroso, debemos tener una línea editorial para que el país avance, pero unidos”, recalcó.

Duro inicio

Don Iván recordó lo difícil que fue para él y su familia el inicio en otro país, al punto que regresó tres veces a Nicaragua, pero la situación allá no mejoraba por lo que tuvo que adaptarse aTiquicia y salir adelante.

“Llegué hace diez años junto con mi esposa y dos hijos debido a la situación política que estaba viviendo mi país por las acciones de Daniel Ortega. Tenía una productora audiovisual, pero él (Ortega) y su familia se encargaron de toda la producción estatal y no pude sostenerme, tuve que despedir a mi personal y cerrar la empresa”, recordó.

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Su esposa y él analizaron las posibilidades que tenían para salir de Nicaragua, por lo que pensaron en Estados Unidos y Costa Rica, pero la cercanía con sus familiares y la oportunidad de desarrollo y libre empresa que ofrecía Tiquicia, terminó por inclinar la balanza.

“Fue una lucha dura, titánica como para cualquier migrante. A mi hija y a mí fue a los que más nos costó adaptarnos. Estuve como tres años buscando cómo subsistir y pulseándola con una cámara Sony que tenía, tocando puertas negocio por negocio en busca de clientes que quisieran contratarme para producir un anuncio”, explicó.

También la pulsearon abriendo una pulpería en Desampa, pero los márgenes de ganancia eran tan bajos que con una gaseosa que se tomaran o una galleta que se comieran, ya se quedaban sin ella, por lo que encontraron en la venta de nacatamales el salvavidas para salir a flote, mientras tanto su esposa convalidaba su títulos como médico pediatra y pasaba los exámenes.

“Era muy complicado estar ahí a las cuatro de la madrugada para recibir a los proveedores. No estábamos acostumbrados a ese trajín laboral por las profesiones que teníamos, menos mi esposa que siempre había ejercido como médico, pero sobrevivimos a punta de nacatamales”, comentó Flores.

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En el 2017 decidió lanzarse al agua con la apertura de su canal Ticavisión, proyecto con el que lucha desde su trinchera por mantener informado al pueblo de lo que sigue pasando en su país y cómo se violan los derechos humanos y la libertad de movilización y expresión de sus coterráneos.