Un recorrido de 12 horas, la gran parte a pie en medio de la montaña, le salvó la vida a una joven indígena que fue mordida por una serpiente.
Los vecinos de la comunidad indígena San José Cabécar y trabajadores del Área de Salud de Talamanca fueron los que se fajaron duro para salvarle la vida a la mujer de 20 años.
Según explicó el doctor Mauricio Solano Corella, director médico de esa área de salud, el traslado por tierra lo coordinaron con la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Talamanca Cabécar (ADITICA).
Pero, antes de hablar de esas 12 intensas horas a pie, en bote y ambulancia, veamos qué pasó.
Cerca del río
Todo inició a las 6 de la mañana del martes 9 de noviembre, cuando la joven estaba cerca de un río recogiendo agua para su casa y la serpiente la mordió. Esto sucedió en la comunidad de San José de Cabécar, en Talamanca, lugar donde viven apenas unas 30 personas.
Cuando la familia se percató de la situación, uno de los hermanos de la joven tuvo que caminar 30 minutos para tener señal telefónica y así poder pedir ayuda. El hombre habló con Edith Villanueva Reyes, secretaria y encargada de la parte social de ADITICA.
“Él me llamó como a las 7:30 de la mañana, fue una situación muy difícil porque el clima no permitía hacer el traslado aéreo, me comuniqué con el director del área de salud de Talamanca, le expliqué la situación y me dijo que tenía que trasladarla hasta Arenal, que en ese punto se encargaban ellos”, contó Edith.
Esfuerzo por la vida
Un traslado de San José Cabécar a Arenal significa bajar la montaña cargando a la paciente en medio de la lluvia.
Edith coordinó para que las personas más fuertes de la comunidad ayudaran en el recorrido, hicieran equipos y se turnarán para cargar a la joven, porque no podían detenerse, estaba en juego la vida de la muchacha.
Lograron ponerse en marcha a las 11:30 a.m., antes tuvieron que transformar una hamaca en camilla para llevar a la mujer de forma segura por la montaña.
Para complicar todo, ella no podía caminar porque la serpiente la mordió en sus piernas y tenía mucho dolor por el veneno que minuto a minuto hacía su efecto.
“Quince personas de la comunidad asumieron el riesgo de trasladar a la joven, lo hicieron porque sabían que el equipo de la Caja los estaba esperando.
“Sufrí muchísimo porque en la montaña no hay señal, la primera llamada la recibí casi nueve horas después de que salieron, me alegré porque sabía que estaba viva”, dijo la secretaria de la asociación.
Mientras estas personas hacían todo su esfuerzo para trasladar a la paciente, Edith coordinaba con el director del área de salud de Talamanca, no solo la atención médica, sino también los traslados que seguían: primero en ambulancia, luego en bote para cruzar el río Telire, de nuevo en ambulancia para llegar a emergencias de la clínica de Talamanca, donde le pusieron el suero antiofídico, y finalmente hasta el hospital de Limón.
“Es de admirar el esfuerzo realizado por la comunidad, duraron cerca de diez horas caminando en medio de la montaña, en total fueron 12 horas hasta llegar a emergencias. Por lo general estos pacientes se trasladan vía área en helicóptero, pero ese día había un aguacero cerrado.
“Teníamos al personal preparado para recibirlos, no importaba la hora en que llegaran, finalmente trasladamos a la paciente al hospital Tony Facio de Limón donde la reportan estable”, detalló el doctor Mauricio Solano, director del área de salud de Talamanca.
No lo saben
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desconoce el número exacto de mordeduras de serpiente, pero calcula que afectan a por lo menos 5,4 millones de personas al año en el mundo, de las cuales unas 2,7 millones se envenenan y aproximadamente 138.000 mueren.
Las mordeduras de serpientes venenosas pueden producir parálisis, paro respiratorio, trastornos hemorrágicos, insuficiencia renal irreversible, entre otros. La OMS asegura que uno de los mayores problemas son las amputaciones y discapacidad permanente.
¿Qué hacer en caso de mordedura de serpiente? El Instituto Clodomiro Picado, de la Universidad de Costa Rica, recomienda: Calmar a la persona y ponerla en reposo, limpiar la zona mordida con jabón para desinfectarla, quitar cualquier torniquete que se haya hecho, mantener a la persona hidratada, inmovilizar la extremidad mordida.
Y lo más importante: Trasladar al paciente inmediatamente al hospital o centro de salud más cercano de la zona para que reciba el suero antiofídico lo antes posible.