El destacado músico panameño Rubén Blades, uno de los cantantes de salsa más populares del mundo, inauguró el pasado 6 de abril su cuenta de Tik Tok y lo hizo nada más y nada menos que con un video en el que aparece un perrito de Cartago amante de las motos y al que Blades bautizó Perro Navaja, en honor a su canción “Pedro Navaja”.
“¡Estrenando cuenta de Tik Tok. Con Juan Pachanga y Perro Navaja. ¡Ya pueden seguirnos en Tik Tok!”, fue la primera publicación que hizo Blades en esa red social. El video del peludito tico también lo subió a sus cuentas de Twitter y Facebook.
El video se titula “Sicarios”, ya que se escucha la canción de Blades de ese nombre y que sacó en el disco “Tiempos” en 1999 junto con el grupo costarricense Éditus, con el cual ganaron un premio Grammy en la categoría “Mejor Interpretación de Pop Latino del Año” por la pieza “Tiempos”, un año después.
El peludito que le da vida a Perro Navaja es Lorenzo Alberto Cortés (con segundo y nombre y apellido), un bóxer de año y tres meses, que vive con su dueño, Mario Cortés Villavicencio, en Lourdes de Agua Caliente de Cartago.
Lo más curioso es que Mario no sabía nada del video que compartió Blades y se enteró hace solo unos días cuando fue con Lorenzo a Jacó en su moto. Durante el recorrido les pitaron y los saludaron como si los conocieran de toda la vida. Al principio no les dieron pelota, pero después uno de los choferes que los reconoció les contó que Rubén Blades había hecho famoso al peludito con su Tik Tok.
La noticia llenó de orgullo a don Mario, quien comentó que no sabe de dónde sacó el famoso cantante panameño el video.
¡ESTRENANDO CUENTA DE TIK TOK!
— Rubén Blades (@rubenblades) April 6, 2021
Con Juan Pachanga y “Perro” Navaja.
¡Ya pueden seguirnos Tik Tok!
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“El Renegado”
Lorenzo le debe su nombre a una una serie de televisión de los noventa llamada “El Renegado”, en la que salía el actor Lorenzo Lamas interpretando a un expolicía que se convirtió en cazador de recompensas y que andaba en una motocicleta pandillera.
Don Mario, más conocido como Pato Cortés, nos contó que el peludito es un fibre de la motos.
“Estaba muy seguro que él (Lorenzo) iba a adaptarse a la motocicleta y todo lo relacionado a eso. Su raza es muy noble y él es cariñoso y muy amoroso.
“Es un perrito fácil de entrenar, especialmente cuando se hace con amor y cariño. Con los niños es lo máximo, sin menospreciar las otras razas porque ningún perro es bravo, son los dueños los que los hacen así”, comentó don Cortés.
Don Mario se regaló a Lorenzo para un Día del Padre y lo tiene desde que tenía dos meses de edad. Recuerda que fue en bus a traerlo a Zapote y que se llevó un bulto para echarlo y meterlo al bus de regreso. Los señores que lo vendieron son de Ciudad Colón, pero quedaron en verse en la feria del agricultor de Zapote para entregárselo.
“Siempre he tenido perros de esta raza, pero el anterior a él me lo robaron de la casa, se llamaba Patín y me dolió mucho porque uno se encariña. Después compré otro y el veterinario me dijo que era mitad bóxer y mitad zaguatico, pero le entró una bacteria y falleció. Por último, llegó Lorenzo”, recordó Pato.
Ombligo motoquero
Don Mario no lo dejó ni ladrar cuando ya lo tenía encaramado en la moto, una Honda Shadow Aero 750 centímetros cúbicos (c.c.) 2004, que cuenta con un sidecar (asiento lateral sujeto a la moto), que le permite pasear a Lorenzo sin broncas.
“Él es demasiado amable y respetuoso y se pasa de juguetón, cuando conoce a una persona se excede y a veces la gente se asusta porque piensan que los va atacar, pero es la forma de ser de él, son 27 kilos de amor puro”, explica don Mario.
Riega veneno por todos lados
“En la calle la gente me grita ¡eeeey Pato! y yo sé que no es por mí, sino por el perro porque es puramente Lorenzo Lamas en versión perro. Además parece que entiende porque pone atención con esa carota tan fea y tan hermosa que tiene”.
“La gente le dice cosita o hermoso. Le dicen de todo. Me preguntan si pueden tocarlo, pero tengo que agarrarlo porque lo que hace es ponerse a jugar y se pone a chuparlos porque los siente como parte de su familia por lo amigable y confiado que es. Él ve perros o gente en la calle y siempre quiere jugar”, dice.
Bien pata e’perro
Ya Lorenzo ha disfrutado de muchos paseos a Puntarenas, Guanacaste, Jacó, Guápiles, Siquirres, cerro de la Muerte, Pérez Zeledón, Limón, Alajuela y lugares más cercanos, ya que su dueño comparte con diferentes grupos de motociclistas todos los domingos.
“Al principio trataba de tirarse de la moto, pero ya se adaptó. En el asiento le tengo una cadena para cuando estamos de viaje llevarlo a hacer sus necesidades, eso sí, llevo bolsas, papel higiénico, cloro y desinfectante para echar donde tenga que parar.
Lorenzo además, llama más la atención, porque su dueño le hizo un chaleco y le compró una pulsera que usa en la patica derecha.
También, le hizo un casco a la medida porque Pato es un gatazo breteando la fibra de vidrio. Además le puso anteojos para que el viento no le afecte los ojitos.