El 20 de marzo de 1856, los soldados que combatieron en la Batalla de Santa Rosa lo hicieron con armamento de última tecnología, traído de Inglaterra. Además, nuestro ejército impidió que los grupos esclavistas de Estados Unidos se adueñaran de Guanacaste para que fuera un territorio adscrito a Nicaragua.
Estos datos de la Campaña Nacional 1856-1857 fueron compartidos ayer por el historiador Raúl Arias, quien participó en la conferencia “¿Qué pasó bien aquel 20 de marzo de 1856?", realizada en el Café Histórico don Juanito en conmemoración del 163 Aniversario de esta gesta heroica.
Arias manifestó que el armamento se adquirió en 1854 y llegó al país en 1855 desde Inglaterra.
“El presidente Juan Rafael Mora pidió hacer un reordenamiento del ejército, ya que se contaba con cinco mil soldados, pero como no teníamos guerra externa, era un ejército burocrático, sin entrenamiento y con armamento antiguo. En ese entonces éramos socios comerciales con Inglaterra, les vendíamos café y se adquirió 2.500 fusiles de última tecnología y ocho cañones”.
El historiador agregó que la Batalla de Santa Rosa fue la más importante de la gesta de 1856. Fue la primera de muchas a lo largo de 14 meses. En el enfrentamiento del 20 de marzo de 1856, William Walker invadió Guanacaste con la finalidad de tomar Liberia y hacer de esta provincia un territorio adscrito a Nicaragua y ,de paso, construir un canal interocéanico con base en el río San Juan y en el lago de Nicaragua.
“Fue la primera gran derrota militar del Destino manifiesto, una ideología que adquirió Estados Unidos después de su independencia en 1776. El país norteamericano comenzó a expandir sus territorios por la fuerza. Gracias a la Batalla de Santa Rosa, Costa Rica fue el primer país que venció esa ideología en América Latina y así evitó el intento de anexarla como un estado esclavista”, expresó.