La alegría que tenía una familia de llevar a uno de sus integrantes a celebrar sus 18 años a Cancún, México, se vio empañada debido al atraso de un vuelo que tenían programado para este 24 de diciembre.

Pablo González, vecino de Tres Ríos de La Unión, fue uno de los afectados. Él contó a La Teja que planeó el viaje junto a su pareja, su hermano, la cuñada y un sobrino (el festejado) y que compraron los boletos desde octubre pasado, pero el 24 de diciembre les pasó lo impensable.

Él asegura que sus boletos ni siquiera eran parte de una promoción o de alguna de las ofertas que incluye hospedaje que con frecuencia lanza la aerolínea Volaris, que fue la responsable del atraso, sino que cada uno les costó casi $500 (unos ¢289 mil).

“Nuestro vuelo estaba para salir de Costa Rica a las 6:08 p. m. del 24 y a cuando faltaba cerca de una hora para abordar me enviaron un correo informando que estaba demorado, pero nunca indicaron cuánto tiempo. Luego de más de tres horas nos cambiaron de sala de abordar y nos dieron un tiquete a cada uno para una hamburguesa y un refresco, como para calmar un poco la cosa, lo que no sabíamos era que eso se iba a convertir en 12 horas de espera, aproximadamente.

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“Luego de eso se fue volviendo más tensa la noche porque personas de la empresa no sabían ni qué decirnos, según ellos el avión que nos iba a llevar a Cancún estaba varado en Tijuana (México) y por condiciones climáticas no podía volar, solo eso nos decían”, relató.

La situación que estaban viviendo Pablo y su familia la compartían cerca de 170 personas que con el pasar de los minutos se fueron desesperando.

Al inició, las pantallas de la aerolínea decían que el vuelo hacia Cancún saldría a las 6:08 p. m., luego que a las 10:30 p. m. después que a las 5:00 a. m. y por último a las 6:00 a. m.

Todo se complicó

Pablo contó que según los planes que él y su familia tenían, ese 24 de diciembre iban a cenar juntos para festejar.

“Para el 24 de diciembre tenía planeado cenar con mi familia ya que era la celebración de los 18 años de mi sobrino mayor, tenía una reservación por Booking.com y me la cancelaron, entonces estábamos sin hotel a las 11 a. m. del 25 porque obviamente todo estaba lleno, cuando al fin encontramos hospedaje el precio se nos subió. También perdimos una reservación de un tour del 25, nos recogían a las 7 a. m. y a esa hora apenas veníamos volando, ese tour lo perdimos y ya estaba pago.

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Pablo y su familia tienen planeado regresar a Costa Rica el 30 de diciembre y esperan que el viaje de regreso transcurra con normalidad.

La Teja contactó a Volaris para tener la versión de la empresa de lo ocurrido y este lunes en la mañana nos informaron que pronto nos darán una respuesta.