Austin Torres es el único sacerdote indígena tico en ejercicio, pues el primero fue Ramón Buitrago, ordenado hace 35 años, quien colgó los hábitos tiempo después.
Torres fue ordenado el sábado en una misa presidida por el obispo de Limón, Javier Román.
Austin tiene 26 años. Nació y creció en Talamanca. Allí fue a la escuela Bernardo Drüg, ubicada en Amubri y luego asistió al colegio de la localidad.
Ahora será uno de los tres sacerdotes de la parroquia Santiago Apóstol de Amubri, Talamanca. Ellos dan misas en español, con cantos, palabras o lecturas en bribri y cabécar.
–¿Cómo inició su camino en la fe?
Asistiendo a misa y participando en las actividades de la iglesia, como la catequesis y la pastoral juvenil. En la adolescencia, a los 15 años, participaba en las misiones de Semana Santa, iba a otras comunidades y veía sus necesidades de atención, eso despierta ese interés por entregar la vida al servicio de la Iglesia.
–¿Cuándo le llegó el llamado a ser sacerdote?
No sabría decirle exactamente, es un misterio. La vocación surge en las circunstancias y el tiempo que uno no se los espera. Fue creciendo conforme desarrollaba mi vida.
–Cuéntenos ¿cómo es ser misionero vicentino?
Pertenezco a los misioneros vicentinos desde el 2011. La Congregación de la misión y el espíritu de san Vicente de Paúl son el servicio misionero a los pueblos más alejados y la entrega a las personas que más lo necesitan. Nosotros participamos en misiones donde nos insertamos nueve días en una comunidad para compartir su experiencia.
San Vicente de Paúl fue un santo francés que se dedicó, en medio de su contexto en el siglo XVII, a atender a gente en medio de la guerra. Él veía a Dios en las personas más necesitadas.
El joven Austin Torres Marin CM es ordenado presbítero en este momento en la histórica Parroquia Santiago Apostol, en Amubri Talamanca. Han pasado 35 años desde la última ordenación de un indígena de esta comunidad, por lo que el pueblo lo celebra como un hecho histórico. La Santa Misa es presidida por el obispo de Limón Monseñor Javier Roman y concelebrada por los sacerdotes vicentinos de la Congregación de la Misión a la que pertenece Austin Torres Marin y diocesanos. Periodista: Laura Ávila Chacón.
Posted by Eco Católico on Saturday, January 25, 2020
También hizo ver la falta de atención de los sacerdotes a los fieles, él dijo que había que dar otra cara de la Iglesia. Los sacerdotes tienen culpa de que la gente no encuentre un camino de salvación y felicidad. A la gente le hace falta fe porque los sacerdotes no entregan su vida como debe ser, de forma más radical desde el evangelio.
–¿Cómo es ser sacerdote en Tamalanca?
Son más de 35 comunidades que se tienen que visitar. A algunas se llega caminando por horas o días, a otras por el río en bote, en moto o en carro. Es complejo, por lo que tratamos de acompañarlos cada cierto tiempo. Algunas se visitan una vez al año.
–¿Cuáles son las principales necesidades de Tamalanca?
Los pueblos indígenas se fueron marginando a lo largo de los tiempos, sufrimos aislamiento, quedamos olvidados. No se nos ha dado un mayor cuidado de nuestras necesidades básicas, hay comunidades aún sin agua potable ni luz, principalmente en la zona alta.
–¿Cuál es la huella que quiere dejar usted en Talamanca?
Mi figura a seguir fueron hombres que entregaron su vida por el desarrollo de estas comunidades (misioneros vicentinos) y se preocuparon por la evangelización y la cuestión social, que hubiera escuela, colegios, centros de salud.
Ahora una de las prioridades debe ser la atención y escuchar a la gente, en medio de la sencillez y la humildad que debe caracterizarnos. Poder llenarlos de esperanza, que su corazón no se quede encerrado en aislamiento, sino que se impulse para crecer y llegar a ser personas de bien en la sociedad y construyan una vida mejor.
Talamanca tiene un alto índice de suicidio, y eso desde la fe debemos trabajarlo.
–¿Qué porcentaje de los lugareños son católicos?
La mayoría somos católicos, quizá no activos o participativos. También tenemos hermanos evangélicos, testigos de Jehová y adventistas.
Rezo del Padrenuestro en Bribri, esta mañana en la Santa Misa de ordenación presbiteral del joven indígena Austin Torres CM, en Parroquia Santiago Ápostol Amubri Talamanca
Posted by Eco Católico on Saturday, January 25, 2020
–¿Cómo percibió usted la cantidad de vocaciones sacerdotales (personas que quieren ser curas) mientras estuvo en el seminario?
Hemos tenido un lento crecimiento. A nivel mundial se ha mantenido crecimiento. En el caso de los misioneros vicentinos la estabilidad vocacional se mantiene a lo largo de los años, a pesar de las muchas deserciones.
El Padre Austin Torres, recién ordenado sacerdote, se dirige a su pueblo bribri en su lengua natal, agradece las oraciones por el, y asegura que solo unidos podrán salir adelante. “Mi sacerdocio no es una carrera, es un servicio”, afirmó el nuevo misionero vicentino.
Posted by Eco Católico on Saturday, January 25, 2020
¿Qué le dice usted a las personas que han perdido la fe a raíz de las denuncias por abusos sexuales de sacerdotes?
El hecho es no seguir a una persona en concreto. Quien se ordena es un ser humano que puede equivocarse y cometer errores. Nuestra fe debe centrarse en Jesús, en su palabra. Los sacerdotes y misioneros somos instrumentos para el proyecto del Señor.
Nuestra fe madura, crece y nuestro corazón se llena de esperanza cuando seguimos a Jesús, eso es lo que debe alimentar nuestra vida espiritual.
La Iglesia ha venido enfrentando desafios y luchas de estas situaciones, ha dado la cara.