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Valle de La Estrella se inundó de amor con 30 matrimonios indígenas

En el Valle La Estrella la diócesis de Limón alistó queques, arrocito cantonés y fresquitos para la fiesta de los nuevos matrimonios

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Un matrimonio siempre es motivo de felicidad y de unión, pero cuando 30 parejas deciden casarse al mismo tiempo y, además, son miembros del pueblo indígena Cabécar el asunto adquiere otras dimensiones.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Monseñor Román Arias estuvo en los 30 matrimonios. Foto cortesía Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

Resulta que 30 parejas que viven en Valle de La Estrella, en Talamanca, Limón, tenían ganas de dar el sí desde antes de que empezara la pandemia del coronavirus en Costa Rica y así se lo informaron a la Iglesia católica, ya que ellos querían cumplir con el sacramento del matrimonio como Dios manda.

No obstante, el coronavirus los forzó a no sacar el queque de bodas del horno y tuvieron que aguantarse para llegar al altar.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Los pequeñitos la pasaron a cachete después de las bodas. Foto cortesía Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

Nos cuenta monseñor Javier Román Arias, obispo de Limón, que la espera terminó el pasado sábado 23 de abril, fecha en la que por fin pudieron realizar ese montón de matrimonios, que se distribuyeron de la siguiente manera, 9 se efectuaron en Alto Cohen y 21 en Bellavista. Las dos ceremonias matrimoniales empezaron a las 9 a. m.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
No podía faltar un buen queque para que los novios lo partieran. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

Antes de las 30 bodas, eso sí, los novios tuvieron que cumplir con dos cursos: el prematrimonial y el de primera comunión, porque el mismo día que dijeron sí, acepto, también hicieron la primera comunión, así que les salió dos por uno.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Con el anillo los esposos se juraron amor en las buenas y las malas. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

“El agradecimiento es especial para las Misioneras de la Caridad Madre Teresa de Calcuta, porque ellas todos los fines de semana suben al Valle de La Estrella para cumplir con su misión evangelizadora en los pueblos indígenas y lograron que sin ninguna obligación los indígenas pidieran casarse. Ellas llevan siete años de servir a esa comunidad.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Con mucha devoción las parejas disfrutaron el sacramento del matrimonio. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

“El proceso fue largo, eso sí, pero muy satisfactorio. No nos brincamos las costumbres indígenas, eso lo respetamos mucho. Organizamos todo hasta que ellos lo pidieron. Nos han pedido el bautizo, el matrimonio, la primera comunión y lo que sigue para los esposos es la confirmación, que también quieren hacerla”, explica monseñor.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
El Valle de la Estrella se llenó de amor y bendición de Dios. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

Los nuevos matrimonios, conscientes del don sacramental, agradecieron la voluntad de la Iglesia católica de caminar junto a ellos.

Le alegra mucho a monseñor que vio, a los ahora esposos, muy felices el día de su boda y que demostraron perfectamente lo que realmente vale en el sacramento del matrimonio: un corazón dispuesto porque no fueron bodas de trajes blancos carísimos o trajes enteros de diseñador, al contrario, los esposos y algunas esposas, llegaron en botas de hule, pidieron permiso en sus trabajos y caminaron entre 45 minutos y una hora para llegar a los lugares en los que se efectuaron las ceremonias religiosas.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Las personas que ayudaron en la organización se sacaron una teja porque todo quedó precioso. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)

“Los mismos esposos, horas antes, se encargaron de armar los galerones donde se casaron. Después de la boda y la pequeña celebración, ellos mismos se quitaron los pantalones largos y se pusieron pantalonetas para desarmar los galerones. Hubo entre 250 y 300 personas en los lugares de las celebraciones”, aseguró el obispo de Limón lleno de orgullo.

Después de las bodas hubo dos tremendas fiestas en las cuales toda la comunidad participó y los más pequeñitos disfrutaron montones con la jamita que repartieron, ya que estuvo de muerte lenta. Hubo arroz cantonés, ensalada, papitas tostadas, fresquitos (que donó Pequeño Mundo).

A cada matrimonio se le entregó un rosario y una estampita de la Divina Misericordia y el Corazón de María.

“Me encanta la devoción de los indígenas, son comunidades que han recibido muy bien la palabra de Dios. Para casarse tuvieron que caminar muchos kilómetros y no les importó con tal de recibir el sacramento.

“Nos faltaron otras parejas, ya lo sabemos y los vamos a casar en su debido tiempo. Dimos ya un muy buen paso y vamos a seguir por ese camino de Dios”, reconoce monseñor Román Arias, satisfecho por la misión evangelizadora.

La familia amiga de www.ecocatolico.org también compartió esta linda historia de amor a Dios y sus sacramentos en una reciente edición.

Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Los propios indígenas fueron los que pidieron a la iglesia que los casaran. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)
Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Un rosario y una estampita fueron los recuerdos para cada nuevo matrimonio. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)
Desde antes de la pandemia, 30 parejas del pueblo indígena Cabécar, del Valle La Estrella, en Talamanca, Limón, le informaron a la iglesia católica que querían cumplir con el sacramento del matrimonio y se casaron el pasado 23 de abril: 9 en Alto Cuen y 21 en Bella Vista.
Treinta matrimonios en medio de alegría y compartir, así como buena jamita. Foto cortesía del Eco Católico. (Cortesía Eco Católico)
Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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