El Consejo de Transporte Público (CTP) llegó la madrugada de este viernes 22 de febrero del 2019 a la terminal de buses de Concepción Arriba y Abajo de Alajuelita y le quitó la concesión del servicio a la empresa que tenía la ruta para dársela a una nueva que metió 19 buses nuevos.
Para hacer la vuelta y rosca llegó el CTP, la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito y así evitar que alguna bronca fea se armara cuando los choferes de la empresa, que se arrancaron, llegaran con los buses viejos, pero por dicha no hubo ningún problema, de hecho la empresa a la que le quitaron la ruta ni se asomó al lugar.
“Este cambio se da por una serie de inconsistencias que atentan contra la seguridad de los usuarios y la continuidad del servicio, como por ejemplo, el uso de diez unidades con revisión técnica (Riteve) vencida, uso de hasta seis vehículos sin inscripción, vencimiento de pólizas de seguros, unidades que incumplen con la ley siete mil seiscientos para personas con capacidades diferentes y la falta de pago del canon del CTP en tres de los buses, incumplimiento de horarios y mal estado de las unidades”, explicó Manuel Vega, director ejecutivo del CTP.
En total, unas 350 mil personas por mes utilizan el servicio, lo que significa que aproximadamente la empresa hacía unos 77 millones de colones mensuales, porque el pase vale 220 colones.
Daban asco
Karlin Mena es una de las usuarias que todos los días, a eso de las cinco y media de la mañana llega a la terminal de Concepción Abajo para montarse a un bus e ir a su trabajo.
“No puedo decir que el servicio era malo porque me quedo corta, era pésimo, incluso peor que pésimo, esos buses daban asco. Siempre estaban los buses bien cochinos, no cumplían los horarios, llegaban buses que ni eran los de siempre, o sea, incluso busetas. Más de una vez me tuve que bajar de camino a cambiar de bus porque era insoportable la cochinada del bus que agarraba. Me alegra mucho el cambio”, comentó.
Don Luis Varela León, estaba con su motocicleta desde las 3:30 de la mañana tirándose las corridas del cambio de empresa de buses, no estaba ni cerca de la gente del CTP, ni de los oficiales de Tránsito, ni de la Fuera Pública, entonces le preguntamos el motivo de su presencia.
“Yo soy uno de los casi veinte choferes que se quedaron sin trabajo porque quitaron la empresa Ruta Ochenta y Tres, entonces tengo muchas dudas porque nadie nos da la cara, no nos dicen si nos van a pagar las prestaciones, qué pasa con nosotros", explica don Luis quien sí tuvo una gran alegría porque le confirmaron que la nueva empresa lo va a contratar.
“El empresario anterior, además de los problemas con el servicio, tiene una importantísima deuda con la Caja por más de 500 millones de colones (¢527.770,995), eso también influyó para que el CTP tomara una decisión tan firme y que hace años no se veía, la de quitar de forma inmediata una empresa y poner otra en menos de 24 horas, siempre pensando en la seguridad del usuario”, agregó el director ejecutivo del CTP.