Un peligroso decreto que pretende el actual Gobierno hizo que el Colegio de Veterinarios de Costa Rica rompiera el convenio que tenía con el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).

Así lo dio a conocer el el Colegio de Veterinarios este jueves 24 de agosto porque el presidente Rodrigo Chaves y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) buscan eliminar, con un decreto presentado el 3 de agosto, que haya médicos veterinarios en las plantas de sacrificio de animales para el consumo humano y en las plantas de procesamiento y producción de alimentos como lácteos, pescado y carnes.

En lugar de los veterinarios se quiere poner a técnicos en producción de alimentos, cuando los veterinarios son los que, precisamente, vigilan que no se afecte la salud pública durante esos procesos.

Víctor Carvajal, ministro del MAG, fue quien propuso el decreto llamado: “Implementación del Personal Inspector Autorizado por Senasa en establecimientos de sacrificio de animales”.

El tema no se debe tomar a la ligera, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año en el mundo hay 600 millones de casos de enfermedades producidas por alimentos y 420 mil muertes. Casi el 30% de las muertes producidas por alimentos contaminados es en niños menores de cinco años.

Es por eso que los profesionales en Veterinaria pegaron, con toda razón, el grito al cielo este jueves con la histórica decisión.

“Por casi 60 años el Colegio de Médicos Veterinarios ha regulado y fiscalizado las actividades de la industria alimentaria y en los últimos 20 años, SENASA se ha unido a esta función.

“SENASA ha demostrado sobradamente su incompetencia e insuficiencia para realizar sus funciones de forma exclusivamente autónoma, debido a la precariedad del doctor Luis Matamoros afirma en un comunicado que están corrigiendo un ‘error histórico’ para que cada entidad asuma su competencia; desconociendo que en las funciones del Colegio además de la supervisión de sus agremiados, está la salvaguarda de la salud pública”, explica el Colegio de Veterinarios.

Asegura el gremio de los veterinarios que nada de “error histórico” porque “fue conveniente cuando la inoperancia del SENASA se beneficiaba de la colaboración operativa del Colegio.

“No seremos más utilizados a conveniencia por una autoridad gubernamental que hoy se rige por el populismo, pone en riesgo la salud pública, y ataca la dignidad de la profesión Médico Veterinaria, así como su rol en la sociedad”, aseguran los veterinarios.

“Esta decisión es un llamado de atención, porque con la salud pública costarricense no se juega. Nos solidarizamos con nuestros colegas y funcionarios de SENASA quienes han manifestado su repudio ante esta iniciativa del Poder Ejecutivo.

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“Externamos nuestro repudio ante aquellos profesionales cuya ética sucumbe a las presiones políticas o económicas”, advierte el Colegio de Veterinarios.

El Ministerio de Economía recibió el proyecto para analizarlo y ya se lo devolvió al MAG, lo que le dijo fue que tiene 18 meses para corregir un puño de errores que tiene.

El MAG y el presidente Chaves podrían tomar la decisión de firmar de todas formas el decreto y es ahí donde el Colegio de Veterinario asegura que si eso pasa usarán todos los recursos legales para evitar que se aplique el decreto.

Comprometidos

Le recuerdan al país los veterinarios que seguirán honrando el compromiso real con la salud pública.

“Permaneceremos vigilantes, comprometidos y más unidos que nunca en la protección de su salud y la de los que usted ama. ¡Con la salud pública de Costa Rica no se juega!”, aseguraron.

Error histórico

El ministro del MAG, Víctor Julio Carvajal, advierte que ellos están comprometidos con la calidad de los alimentos que se producen en el país y es tanto así que por eso hicieron la propuesta del decreto para que se garantice de forma transparente el control y la supervisión oficial en donde se hace alimento para consumo humano.

Advierte el ministro que tras la creación de SENASA en el 2006, se mantuvieron las vigilancias veterinarias pagadas al Colegio y eso es contrario a lo que recomienda la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) porque eso no garantiza el principio de independencia de los inspectores sanitarios y no evita que esos inspectores vivan “presión comercial, financiera, jerárquica, política o de otro tipo que pueda influir en su juicio o en sus decisiones”, según la OMSA.

“La propuesta de decreto presentada en consulta pública corrige ese error histórico, de manera que cada entidad asuma la competencia que le corresponde: a SENASA supervisar y garantizar la higiene e inocuidad de los alimentos de origen animal; y al Colegio, la supervisión del comportamiento de sus agremiados.

“En paralelo, se pretende eliminar el doble cobro a las plantas y establecimientos que actualmente pagan por un Certificado Veterinario de Operación al SENASA, y por el pago anual de regencia al Colegio de Veterinarios”, explica el ministro.

Al mismo tiempo el jerarca del MAG agrega: “La propuesta de decreto es una propuesta con sustento técnico, que propone mejorar y oficializar los controles sobre los establecimientos y plantas que elaboran alimentos para consumo humano, a la vez que facilitamos a los pequeños productores sus emprendimientos, al disminuir costos de producción, pero sin disminuir controles ni regulaciones”.