Marco Antonio Hernández Trigueros nació sordo. De pequeñito no tuvo muchos amigos, casi con ninguno pudo jugar por su condición; sin embargo, conforme fue creciendo aprendió a disfrutar al 100% de la vida: conocer países, ir al cine, trabajar y vivir siempre en modo positivo.
Es vecino de Tibás, tiene 58 años y comenzó a comunicarse con lenguaje de señas a sus siete años, cuando entró a la Escuela para Sordos de Guadalupe. A partir de ahí aumentó su nivel de comunicación hasta que aprendió perfectamente el Lenguaje de Señas Costarricense (Lesco) a eso de los 14 años.
“Tuve muy pocos amigos de niño, casi nadie jugaba conmigo. Creo que fue porque no podía comunicarme con ellos como lo hacen las personas que escuchan. De eso sí me acuerdo bien, porque casi todos los días jugaba solo, eso sí, por dicha nunca sufrí bullying”, recordó Marco Antonio.
El tibaseño muy amablemente decidió compartir su historia con nosotros ya que hoy es el último domingazo de setiembre, y justo este día, el último domingo de este mes de cada año, fue escogido por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) para conmemorar el “Día Internacional de las Personas Sordas”.
Sus papás y sus tres hermanos no son sordos. Recuerda que solo una prima cercana es no oyente y una tía que ya falleció, pero nada más. Está casado con una persona que tampoco oye, se llama Idaliet Vega. No tienen hijos.
LEA MÁS: Estudiante ejemplar se divide entre el voleibol, el güiro y los exámenes nacionales del MEP
Ser una persona sorda no lo detiene en nada. Cuando descubrió que una de sus pasiones es conocer lo que hay afuera de Costa Rica, pues alistó una maleta y comenzó a viajar, por eso conoce Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, México y Estados Unidos.
Otro claro ejemplo de que no hay obstáculo que este tibaseño no supere, es que aprovecha al máximo Internet para aprender idiomas, por eso sabe un poquito de inglés y de portugués. Solito, sacándole todo el jugo que puede a videos, ha ido aprendiendo.
En nuestro país no tiene un equipo de fútbol preferido, pero sí lo tiene en España, es del Real Madrid. Disfruta mucho los Mundiales y va a muerte con nuestra selección.
Cuando le preguntamos sobre qué le ha ido enseñando la vida al ser una persona sorda, sobre todo en un país que más del 99% de la población no habla Lesco, nos comentó que servirle a los demás es parte de su esencia.
“Para mí ser servicial en la vida es muy importante. El ser educado es fundamental para salir adelante. Uno debe ser ordenado en su vida. No me gustan las faltas de respeto. Hace tiempo ya acepté a Jesucristo como mi salvador”, comenta.
Es ujier
A don Marco Antonio usted puede verlo si va a la Asamblea Legislativa ya que tiene 11 años de ser ujier, un trabajito que hace con pasión y que le encanta. Es muy feliz compartiendo con sus compañeros y con los que también considera sus compañeros de trabajo, los diputados. Un ujier tiene la responsabilidad de brindar el apoyo necesario a los diputados durante las sesiones en el plenario legislativo y en las comisiones.
LEA MÁS: Desaparece el dinero del baile de graduación de unos estudiantes y ahora necesitan ayuda
“A mí los diputados me tratan con mucho cariño y respeto, eso se los agradezco mucho. No tengo queja alguna porque los 57 me han demostrado una amistad sincera y con mucha calidez, eso me hace muy feliz. Le doy gloria a Dios por mi trabajo. En especial agradezco el cariño de las diputadas Paulina Ramírez (actualmente) y Xiomara Rodríguez (período 2018-2022)”, asegura.
Desde muy joven le agarró un cariño especial a la lectura, por eso se le puede ver con libros de terror y misterio o con los periódicos del día, los cuales lee de principio a fin.
“Disfruto mucho ver las noticias por televisión. La persona sorda que sabe leer y escribir no tiene problemas ahora porque está la opción de subtítulos, eso nos permite estar informados en tiempo de real de todo lo que sucede en país”, aclara.
¿El lado luminoso?
A sus 58 años, don Marco Antonio, para miles de costarricenses fanáticos, atesora en su memoria oro puro, porque a él nadie le contó, no ocupó un VHS, un DVD, un Blu-ray, Internet o una plataforma digital como Netflix, para ver las tres primeras películas de La Guerra de las Galaxias.
Resulta que es un fanático de esta saga de películas y lo mejor de todo es que vio las tres en el antiguo cine Rex.
Sí. Tal vez usted no conozca a ninguna persona o a a lo mejor una que otra que viera las tres primeras películas en el cine, justo en la época en que se exhibieron por primera vez en nuestra galaxia: Una nueva esperanza (capítulo IV), El imperio contraataca (capítulo V) y El regreso del jedi (capítulo VI).
“La que más me gusta es la primera de todas, Una nueva esperanza, porque tenía 7 años cuando la fui a ver y nunca olvidaré lo espectacular que fue para mí ver una película espacial a esa edad, me marcó para siempre”, dijo.
Por supuesto, como es un amante de esas películas, no podíamos quedarnos sin preguntarle ¿Se siente más Jedi o Sith? “Los dos me gustan mucho, los buenos y los malos”, nos respondió, pero nosotros realmente lo sentimos más del lado luminoso de la fuerza.
LEA MÁS: Joven tico cuenta cómo fue romper un récord Guinness
De su trabajo en la Asamblea agrega: “Recuerdo con mucho cariño y agradecimiento al exdiputado Martín Monestel (del Partido Accesibilidad Sin Exclusión -PASE-) porque me ayudó a conseguir trabajito en la Asamblea Legislativa.
“Como persona sorda en este país me gustaría que en las escuelas enseñaran Lesco. Todavía en la comunicación con la población sorda hay mucha distancia, hemos avanzado, pero todavía falta mucho”, advierte el ujier.