Un perro con gran presencia en la selva del Amazonas en Brasil, ha sido visto en Costa Rica, al menos en tres puntos distintos y hay evidencia fotográfica de eso, confirmaron especialistas de la Universidad Nacional.
El animal, que se le conoce como “perro de monte” o “perro vinagre” tiene un tamaño mediano, un pelaje color café y también se le conoce como perro vinagre por su característico olor y es originario de Sudamérica.
Los especialistas afirman que son esquivos ante la presencia del ser humano, pero no son agresivos. Hubo reportes desde el 2017 en dos lugares más de nuestro país, pero sin evidencia.
Los lugares donde hay prueba fotográfica, captada por las llamadas cámaras trampa, son: zona protectora Las Tablas (San Vito de Coto Brus), parque internacional La Amistad (frontera con Panamá) y en el parque nacional Barbilla (Altas Brisas de Siquirres).
Los lugares donde se ha reportado su presencia, pero sin imágenes, son Punta Marenco en Corcovado y Finca Cántaro en San Vito de Coto Brus.
“Es un animal difícil de observar y necesita de un bosque de buena calidad y con poco contacto con los humanos, por eso se ve en los puntos más altos y es difícil ver”, dijo Carolina Saénz, coordinadora de Vida Silvestre de la Universidad Nacional.
Los perros se alimentan de otros mamíferos pequeños como tepezcuintles, guatusas y atacan en manada. Bien organizados pueden matar a mamífero muchos más grandes como una danta. En Sudamérica hay reportes de ese tipo de ataques.
Eduardo Carrillo, coordinador del Programa Jaguar de la UNA, dijo que esta especie podría ser cazada por jaguares y pumas.
¿Ancestrales?
Carolina dijo que la evidencia indica que dicho perro se moviliza hacia el norte y no sería de extrañar que en algunos años esté en toda Centroamérica. Ya se tenían reportes, aparte de Brasil, de que estaba en zonas altas de Perú, Bolivia y se movilizaron a Colombia y Panamá. También están en cautiverio en parques de Colombia y Venezuela.
Parte de la investigación que tiene a su cargo Carolina, es determinar por qué se están expandiendo hacia el norte, pero aportó un dato superinteresante: Nuestros indígenas dicen haber visto ese animal con anterioridad.
“Tenemos que confirmar si es que están ampliando el rango de su hábitat o si ya estuvieron aquí. Hay relatos de indígenas cabécares que han dicho que los han visto y que cazaban cabros y venados, pero los indígenas más jóvenes desconocen ese animal. También puede ser que con las cámaras los estemos captando ahora y antes no se podían registrar”, dijo la experta.
Expresó que faltan algunos años para determinar si realmente están yendo al norte, ampliando su rango, o si es una población que se recupera y que ahora la tecnología los capta más.
“No podemos afirmar ni descartar, en estos momentos, esas teorías. Me parece que es más señal de una reducción de su hábitat natural”, dijo.
Don Eduardo añadió que en Costa Rica solo había presencia, de forma oficial, del coyote y de la zorra gris, que son animales de la misma familia, es decir, cándidos carnívoros.
Dijo que los primeros reportes en el 2017, sin cámaras, fueron hechos por Francisco González Maya, Diego Gómez Soyo y Jan Schipper.
“Es un perro de montaña, de tamaño mediano y que vive en los bosques. Llegan a medir entre 50 y 70 centímetros, son de cola corta, de unos doce centímetros, pesan entre cinco y diez kilos. No es solitario, siempre vive en grupos”, dijo Carrillo.
Ni Carolina ni Eduardo han visto un perro de esos en vivo, pero sí alguien tiene la suerte de verlos, solo debe aprovechar el momento para apreciarlos.
“No van a atacar al hombre. Se van a ir, el que tenga esa suerte solo debe mirarlo, pero será muy difícil por las zonas donde andan”, dijo Carrillo.
Agregó que su rango de acción va desde el nivel del mar hasta los dos mil metros de altura y que es un animal del que realmente se conoce poco.