La historia de la escuela Ismael Coto, en San Josecito de Alajuelita, está llena de anécdotas rudas y a veces a ido cuesta arriba, pero dichosamente cuenta con un final feliz.
Este centro educativo, fundado en 1954, fue cerrado hace cinco años por el Ministerio de Salud en las áreas de comedor, aulas y soda. Y para rematar, cada vez que temblaba se abrían más el piso y las paredes.
Varios años atrás había comenzado el desafío de contar con unas instalaciones dignas para los alumnos y los educadores. Tan mal se estuvo que los alimentos debían darlos en los pasillos.
Incluso durante un año los 440 estudiantes recibieron lecciones en salones de iglesias católicas y evangélicas de la comunidad. Los chiquitos pasaban por todo tipo de situaciones para recibir lecciones.
Pero este martes la historia tuvo un final feliz, porque se dio la inauguración de unas instalaciones nuevas muy chuzas que albergarán a docentes y estudiantes puras tejas.
“La escuelita vieja tenía muy malas condiciones, cuando llovía se nos metía el agua y cuando hacía mucho calor era intenso. La iglesia Visión de Dios nos ofreció sus instalaciones para trabajar ahí, fue don Albin, el pastor, el que hizo un gasto construyendo aulas para que todos estuviéramos juntos, porque una parte recibía clases en el salón de la iglesia católica.
"Fue lindo para los estudiantes por la zona verde enorme que había, pero también bastante incómodo en cuestión de recursos. Cuando nos dieron la noticia de que la nueva escuela estaba lista, la felicidad fue total”, aseguró Rocío Sandoval, maestra de cuarto grado.
Fue una lucha
La directora Nidia Campos reconoció que no fue un proceso sencillo, que hubo que luchar para ver este logro: un moderno edificio de dos plantas con ocho aulas, más otras tres aulas y el salón de cómputo reconstruidos.
“Este proceso ha sido muy duro, con mucha burocracia que pasar. Cuando yo llegué acá eran unas condiciones infrahumanas para los niños y las compañeras, y nos dimos a la tarea de reactivar un proyecto que prácticamente estaba enterrado en la DIE ( Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo), con más de seis años de tener el dinero en caja única. Gracias a Dios hoy me siento muy orgullosa de decir ‘lo logramos’, tenemos unas instalaciones dignas. La comunidad de San Josecito se merece instalaciones de primera calidad”, comentó la directora, quien reconoció que aún falta el muro para evitar más deslizamientos, pero ya el camino a recorrer es menor.
“Las nuevas instalaciones nos han ayudado mucho para que no se filtre el ruido, en la enseñanza del idioma esto es muy importante, que los alumnos puedan repetir con claridad. A veces ellos no comprendían las indicaciones al tratarse de una lengua extranjera. Acá es otra cosa, hay un silencio total, la iluminación de aula ayuda mucho y los niños están muy motivados”, comentó Francia Morales, profe de Francés, pues en esta escuela se imparte dicho idioma en todos los niveles.