El síndico de la municipalidad de Tibás, Rigoberto Sánchez Ávila, de 56 años, superó el covid-19 contra todos los pronósticos. Él estuvo tan malito que pasó 14 días sedado y conectado a un respirador artificial porque sus pulmones no producían el oxígeno suficiente.
Su esposa, Grettel Contreras, es la principal testigo de este milagro por lo que está muy agradecida con Dios.
Este martes en la tarde él fue recibido en su casa, en ciudadela León XIII, como un rey, ya que se ha ganado el cariño de sus vecinos. Algunos conocidos organizaron una caravana y lo fueron a recoger al hospital México y de ahí se fueron al barrio, donde otras personas lo esperaban con globos, música y muchos aplausos.
“Gracias a Dios mi esposo ya está en casita, ahora seguirá su recuperación aquí. En los últimos siete días su recuperación fue muy buena y por eso le permitieron salir del hospital. Yo también estuve contagiada del virus, pero no necesité ir al hospital”.
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Ella recordó que Rigoberto empezó con síntomas el 22 de abril, ya que le dio fiebre, mucho cansancio, dolor de espalda y de cabeza.
“Ya cuando habíamos salido de la cuarentena él seguía mal, de hecho pasaba en cama porque le daba mucho frío y un temblor en el cuerpo. Recuerdo que un día se empezó a poner morado y un amigo doctor me dijo que lo llevara al hospital porque eso era señal de que no estaba oxigenando bien.
“El martes 27 de abril lo internaron y el jueves siguiente lo intubaron, los médicos me dijeron que estaba muy mal. Rigoberto tenía 90% de probabilidades de morir. Él es un milagro y una muestra que de Dios está vivo. El viernes pasado empezaron a despertarlo porque vieron que estaba más estable y respondió muy bien. Lo dejaron con oxígeno y antibióticos y reaccionó muy bien”, contó Grettel.
Lágrimas de alegría
Rigoberto está profundamente agradecido con Dios porque sabe que millones de personas en el mundo no han tenido la bendición de levantarse de la cama de un hospital luego de luchar contra el coronavirus, pero él si la tuvo.
“Fue algo terrible, cuando yo desperté intenté bajarme de la cama y no me pude sostener de la debilidad. Ahorita estoy mucho mejor, aún me siento agotado, pero ya no estoy agitado.
“Después de esta experiencia yo rescato el trabajo de quienes están atendiendo a los pacientes en los hospitales... (hace pausa) esas personas son héroes que salvan vidas y saben demasiado, son una generación privilegiada con mucho conocimiento”, dijo llorando.
Sobre el recibimiento que le hicieron, el síndico suplente dijo que aunque sí esperaba que le hicieran algún tipo de recibimiento, nunca se imaginó algo así.
“Cuando vi ese montón de gente me emocioné mucho, me llegó tanto al corazón que me eché a llorar, pero fue un llanto bueno porque fue de alegría y agradecimiento”, contó.
Los compañeros de la municipalidad también están muy contentos por la recuperación de Rigoberto, pero llenos de sentimientos encontrados porque aún sufren por la muerte del alcalde de Tibás, Carlos Cascante, quien el pasado 16 de mayo perdió la batalla contra el covid-19.
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“El hecho de haber tenido a dos compañeros graves nos mantuvo en vilo por semanas, fue mucha la preocupación, hacíamos cadenas de oración para que pudieran salir, pero bueno, lamentablemente fallece el señor alcalde. Después de eso seguimos muy pendientes de Rigo hasta que salió.
“Entre varios compañeros organizamos la caravana y gracias a Dios se sintió bien. El que saliera del hospital significa para nosotros un respiro en medio del dolor de la pérdida de don Carlos, todo lo que ha pasado ha unido mucho el Concejo Municipal. Ver a Rigo llegar a su casa es una gran bendición”, dijo Lizzeth Rodríguez, regidora municipal.
Grandes enseñanzas
Rigoberto dice que de todo lo malo hay que aprender y sobre todo valorar aún más que nunca a quienes están enfrentando la pandemia desde la primera línea de batalla.
“Yo me cuidaba, pero en algún momento lo agarré. Yo trabajo en mensajería y tengo contacto con mucha gente y eso requiere muchísimo cuidado por los contagios. Es cierto que tengo algo de sobrepeso, pero no soy diabético ni tengo problemas de corazón, tampoco soy hipertenso y aún así me fue muy mal.
“Esta enfermedad no es una simple gripe como muchos creen, es un virus que afecta directamente el sistema respiratorio y a muchas personas las lleva a la tumba. Es urgente que frenemos esto y la única forma de hacerlo es manteniendo el distanciamiento social, usando mascarilla y dejando de hacer fiestas, esto va a pasar y ya habrá tiempo para reunirse con los amigos, ahorita la prioridad es cuidar a nuestra familia”, expresó.