Logan Villarreal tiene 5 años y es uno de los chiquitos más contentos que nos encontramos este miércoles 31 de agosto en la inauguración del condominio La Arboleda, en la ciudadela León XIII, en Tibás.

Anda en una silla de ruedas, pues sufre de atrofia muscular espinal tipo 3, enfermedad genética, degenerativa de los músculos y crónica, por eso no camina, sin embargo, ahora pasa chiroteando en los columpios del parquecito del nuevo condominio donde vive desde hace 15 días y le encanta estar metido en el arenero de ese mismo parquecito, en ambos, no ocupa su silla de ruedas para nada.

Doña Karla Villarreal, la mamá, pasa con una sonrisa de oreja a oreja porque ver a su hijo tan alegre es algo que no se imaginaba hace dos meses cuando todavía vivía a menos de un kilómetro de La Arboleda, en Tibás y para ir con su hijo a Cuidados Paliativos del Hospital de Niños debía subir 16 gradas.

Gran saprissista

“Estoy muy contento de vivir aquí, me encanta”, asegura Logan, quien es un saprissista de corazón remolacha.

“Aquí puedo disfrutar con mis amigos y pasarla bien… ¡no hay gradas!”, agregó con una sonrisa que no se la quitaba nadie.

Logan y su mamita viven en el edificio 2, apartamento 20 del primer piso y de ahí al parquecito hay a lo mucho 30 metros. Son 30 metros tan seguros que doña Karla ahora hace algo impensable para ella tiempo atrás, deja que su hijo se vaya solito a jugar porque los amiguitos hasta le ayudan a bajarse de la silla de ruedas… ¡y que comience el vacilón!

“Imagínese que la casa donde vivíamos (en el lugar conocido como Alameda 30 de la León XIII), no tenía barandas, entonces, yo pasaba estresada al entender que Loguitan en cualquier momento se me podía caer… y esa subidera y bajadera de gradas, a él eso lo estresaba mucho, por eso me encanta verlo tan feliz”, explica doña Karla.

Nos comenta doña Karla que ahora su hijo pasa muchas horas sin la silla de ruedas, gatea en la casa y cuando esta jugando, se mueve muy bien y rápido, incluso, en el kínder de la León XIII, donde está en materno 1, también gatea.

Lo único, según nos dijo Logan, que le hace falta para que la contentera sea completa es cumplir un sueño que tiene, ver al Saprissa de sus amores jugar un partido en La Cueva. En sus cinco años de vida todavía no ha podido celebrar un gol en el Ricardo Saprissa, pero sí los grita al verlos por televisión.

Cambio de vida para 64 familias

Así como cambió la realidad de Logan, cambió la de 64 familias que ayer celebraron la inauguración oficial de La Arboleda, en el primer proyecto de vivienda de bien social en vertical que construye el país.

Este complejo habitacional tiene cuatro torres, en cada torre hay 16 apartamentos y uno de esos apartamentos, ubicado siempre en el primer piso, está totalmente adaptado para personas con capacidades especiales, como es el caso de Logan. Hay 48 familias que viven en apartamentos de dos dormitorios, 12 tienen tres cuartos.

A partir de ahora, las 64 familias van a tener la posibilidad de continuar sus estudios por medio de un programa especial que el ministerio de Educación adaptará para los adultos de esa comunidad, incluso, habrá opción de aprender una carrera técnica en el INA.

Para las jefas de hogar que bretean todo el día, habrá opción de un espacio en la red de cuido nocturno porque se abrirán 145 campos nuevos, esto gracias al fortalecimiento de relaciones con la Muni de Tibás y el IMAS.

Inversión millonaria

La inversión total del condominio, explicó la primera dama, Claudia Dobles, quien estuvo presente en el acto de inauguración, fue de 2.132 millones de colones, gracias a la aprobación del Banhvi. Grupo Mutual fue la entidad aprobada para financiar la platica y el desarrollo de las obras fue de Fuprovi.

Los apartamentos de dos habitaciones costaron 34 millones de colones y los de 3 habitaciones ¢36 millones. Hasta el miércoles 31 de julio la vigilancia estuvo a cargo de Fuprovi, a partir del 1 de agosto serán las 64 familias las responsables de cuidar el condominio, de hecho, ya encontraron una empresa que por ocho horas, por la noche, les cobra ¢700 mil mensuales, (¢11 mil por familia).