Entre las miles de personas que invadieron este domingo el paseo Colón para caminar por la vida, nos encontramos a Fabiola Campos, una luchadora que está decidida a ganarle la guerra al cáncer de mama.
La estrategia de Fabi es clara, no arrugarse, seguir su vida normal y sonreír ante todo lo que se venga.
Como parte de su plan asistió a la edición número 16 de la caminata de la Fundación Anna Ross, donde niños, jóvenes y adultos de distintas partes del país hicieron un homenaje a aquella amiga, hermana, hija, madre que en este momento lucha contra el cáncer de mama o falleció mientras batallaba contra esa enfermedad.
La actividad inició a las 8:17 a.m., saliendo de la antigua Torre Mercedes y finalizó frente a la estatua de León Cortés.
“Mientras sea más alta la incidencia y bajen las muertes, eso quiere decir que estamos haciendo bien nuestro trabajo. Hoy más que nunca hacemos un llamado a cuidar nuestra salud, para detectar a tiempo cualquier tipo de cáncer”, manifestó Fabiola Ross, directora de la fundación.
Carrera y caminata por la vida Fundación Anna Gabriela Ross
Posted by La Teja on Sunday, October 6, 2019
No se arruga
A sus 40 años, Fabiola no se arruga y desde mayo de este año lucha contra un tumor en su pecho izquierdo. Ella acudió a la caminata en compañía de su hermano Steven, su cuñada Andreína, su sobrino Anthony y su tío Roy.
“Gracias al autoexamen me encontré una pelotita y fui a un médico para tener una opinión. Con la biopsia se confirmó que tenía el tumor y el 30 de junio empecé con las sesiones de quimioterapia. Cada semana vengo a quimio en el Hospital México y apenas llevo tres meses de tratamiento y aún me falta la cirugía y el proceso de radioterapia”, señaló.
Campos expresó que participa por primera vez en la caminata y afirmó que el proceso canceroso es duro y se necesita del apoyo de la familia para salir adelante.
“Las primeras quimios son muy fuertes, hay un cambio abrupto en todo sentido, cambia el peso, la alimentación, el estado de ánimo, la caída del cabello; pero todo hay que llevarlo día con día, no podemos afligirnos por lo que va a pasar”, dijo.
Fabiola es microbióloga y no se ha incapacitado. Ella es enfática en que para salir adelante, debe vivir su vida al igual que antes, porque al continuar con sus actividades cotidianas, encontrará las fuerzas que necesita para seguir el tratamiento.
“Debemos seguir siendo nosotros mismos y no dejar que el diagnóstico te arrebate la identidad, se puede llevar una vida normal, todo con respeto a la quimio, porque uno es más propenso a tener infecciones. En mi caso sigo haciendo crossfit y no pierdo las ganas de arreglarme, porque eso es importante para mí”, expresó.
Esta vecina de Quepos comentó que lo que más le ha costado a lo largo del tratamiento es lidiar con la pérdida de cabello.
“Soy optimista en cuanto al tratamiento, le tengo confianza al proceso que estoy llevando, pero en la segunda sesión de quimio me quedé sin cabello y ha sido muy duro, por la parte de la vanidad. Es un cambio abrupto, porque mi cabello es colocho y la gente me lo piropeaba mucho”, afirmó.
Fabiola señaló que en su caso ninguna familiar tuvo anteriormente cáncer de mama. Ella no fumaba, pero si tomaba e hizo un llamado a la prevención sobre el consumo de alcohol.
"La gente no cree que el consumo de alcohol puede influir, el alcohol parece que causa daños en el ADN y aumenta los niveles de estrógenos (hormonas) y eso alto puede provocar la enfermedad luego de cierta edad. Afortunadamente no me tendrán que quitar todo el pecho, solo una parte.
“Para salir adelante siempre hay que tener a Dios como alguien que va caminando junto a uno, hay que ser optimista y siempre ser agradecido, a pesar del diagnóstico, porque por lo menos uno está vivo. Todos los días hay que agradecer y sobrellevar la enfermedad de la mejor manera”, expresó.