Tras años preparándose, el muy popular príncipe Guillermo se convierte a los 40 en heredero al trono, llevando junto a su esposa Catalina -Kate- la bandera de la nueva generación de “royals” británicos desde que su hermano Enrique se retirara de la monarquía.
Hijo mayor de Carlos y Diana, Guillermo, que heredó el pelo rubio de su madre y su sonrisa, adquirió desde muy joven el sentido del deber que corresponde a un futuro rey.
Con los años, “Wills” -quien fuera el chineado de Lady Di y a quien ella más de una vez describió como su “consejero”- se ha ganado el corazón de los británicos, muchos de los cuales querían que sucediera directamente a su abuela, la reina Isabel II, en lugar de su padre, menos popular.
Su padre, el rey Carlos III, anunció el viernes en su primer discurso televisado desde la muerte de su madre que Guillermo sería el nuevo príncipe de Gales, título de los herederos a la corona británica.
Mientras espera su turno, se dedica a llevar una vida lo más normal posible, cuidando de sus tres hijos pequeños, ya sea en el Palacio de Kensington o en su nueva residencia en el dominio real de Windsor, y plegándose a sus obligaciones públicas.
Fue piloto de helicóptero medicalizado durante dos años, trabajo que dejó en 2017 para dedicarse a tiempo completo a sus funciones en la casa real. Un papel que se ha vuelto cada vez más importante a medida que su abuela envejecía y que su hermano Enrique y su tío Andrés se distanciaban de la familia real.
El primero se trasladó a California en 2020 con su familia, denunciando el acoso de los medios británicos, y el segundo se vio privado de sus honores militares y apartado de la vida pública por su amistad con el difunto pederasta estadounidense Jeffrey Epstein, una de cuyas víctimas acusó al príncipe de abuso sexual cuando era menor.
Nacido el 21 de junio de 1982, un año después de la boda de sus padres, Guillermo fue criado lo más lejos posible del nido real, al igual que Enrique, dos años menor.
Su madre, Diana, hizo todo lo posible para mostrarles cómo era la “vida de verdad”, llevándolos a parques de atracciones o incluso a los refugios para personas sin hogar que patrocinaba “la princesa del pueblo”.
Guillermo explicó que su madre cantaba “a todo pulmón” el tema “The Best” de Tina Turner para calmar los ánimos cuando los llevaba a él y a Enrique de regreso a su internado.
El divorcio de sus padres en 1996 y la muerte de Diana un año después en un accidente de coche en París mientras era perseguida por los paparazzi pusieron un repentino fin a esta vida. Guillermo tenía 15 años.
Tras estudiar en el elitista Eton College, pasó un año viajando por África y haciendo senderismo con el ejército en Belice.
Tras ese año sabático, el príncipe se matriculó en la prestigiosa Universidad de St Andrews, en Escocia, donde estudió Historia del Arte y Geografía. Allí conoció a Kate Middleton, hija de una exazafata de vuelo que hizo fortuna con su marido gracias a una empresa de artículos para fiestas.
Se casaron en 2011 en una fastuosa boda vista por 2.000 millones de telespectadores.
La pareja tuvo tres hijos: Jorge nacido en 2013, Carlota en 2015 y Luis en 2018.
Rompiendo los moldes reales, Guillermo ha presumido de cambiar los pañales de sus hijos.
Durante el primer confinamiento contra el coronavirus en 2020, que pasó en su residencia secundaria de Norfolk (este de Inglaterra), ayudó a los dos mayores con los deberes. Y les confió que las matemáticas no eran su punto fuerte.
Cultivando una cierta distancia con los medios, rara vez concede entrevistas.
Sus gustos musicales van desde el pop inglés de Coldplay al rock duro de los australianos AC/DC.
Aficionado al fútbol, es seguidor del Aston Villa y preside la federación inglesa de ese deporte.
Guillermo también está comprometido con causas como la salud mental y la protección del medio ambiente.
En 2020 creó los premios Earthshot, que recompensan proyectos que ofrecen soluciones a la crisis climática, entre cuyos primeros galardonados estuvo en 2021 el programa costarricense de Pago por Servicios Ambientales.
Él y Catalina son una pareja muy unida. “La mayoría de la gente piensa que harán un gran equipo y serán unos grandes reyes”, afirma el excorresponsal real Phil Dampier.