Cuando el guapileño Yeris Lobo ganó Nace una estrella, este domingo, le dio una gran lección de amor y perdón a todo el país, pues la primera persona que subió a la tarima a festejar su logro fue su mamá.
Ella lo abandonó cuando tenía 5 añitos por problemas de alcoholismo. Él ahora tiene 20 años y desde el año pasado se reencontró con ella.
Fue el papá, don David Lobo, quien echó pa’lante con Yeris. Don David se levanta todos los días a vender pipas en las calles de Guápiles y así pudo darle a su pequeñito todos los días un platico de comida.
Según contó, su mejor año fue el 2024 cuando se volvió a reencontrar con ella luego de que cayera en el hospital víctima de epilepsias, producto de su adicción.
El guapileño recordó que esa vez que su mamá estuvo al borde de la muerte, lo marcó.
“Fue muy duro para mí ese año porque ella, por el vicio, por este tipo de situaciones cayó muy enferma en el hospital con ataques de epilepsia.
“Desearía no verla ahí, desearía verla feliz, verla completa, siempre alegre, pero ese año fue muy marcado para mí porque estuvo al borde de la muerte”, contó en la cápsula que le hicieron para contar su historia.
Amor y perdón
Este lunes 7 de julio conversamos con el ahora campeón de Nace una estrella y en verdad nos dejaron impactados su enorme corazón, su felicidad y su amor.
“Desde que tengo uso de razón he sido feliz. Me encanta hacer amigos. Estoy convencido que uno debe ver las cosas bonitas y buenas que da la vida, atesorarlas. El pasado se debe dejar en el pasado. Hay que enfocarse en el presente y en el futuro.
“No olvido que todo lo que hago en el presente perjudica mi futuro. Si soy feliz hoy, garantizo un día más de felicidad en mi futuro. Dios me ha dado mucha felicidad, incluso para entregársela a muchas personas, tanto musicalmente como al compartir. Repito, siempre he sido muy feliz, incluso antes de entrar al programa”, reconoce el guapileño.
Sobre el tema directo con su mamá y el perdón, comenta: “La vida es muy bonita y se debe vivir alegremente cada segundo. Disfruté el triunfo con mis papás porque entendí que el perdón alegra el corazón. Perdonar me hace muy feliz, lo recomiendo”, asegura.
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Sin complicaciones
Advierte que en ocasiones las personas nos complicamos demasiado para perdonar, dejamos que las cosas negativas nos llenen el corazón y entonces no le dejamos campo a lo positivo, al perdón.
“Perdoné a mi mamá y a otras personas que en algún momento me hicieron daño. Uno no conoce la historia de todas las personas, se debe entender que lo mejor es el perdón porque da felicidad. Claro que uno puede elegir no perdonar, pero eso no trae tanta felicidad. Lo negativo de la vida se deja en el pasado”, dice.
Y el mejor consejo que da para el perdón y así ser realmente feliz es “enfocarse en el presente, en todo lo que uno tiene gracias a Dios y no en lo que no se tiene o se ha perdido, eso no vale la pena.
“El perdón llega cuando se es positivo, alegre, de fijo llega. El mejor consejo que le puedo dar a la gente es que, primero se perdone a sí mismo, a su corazón y cuando eso pase encontrará la respuesta para perdonar a los demás. Mi mamá no estuvo conmigo muchos años, pero los vamos a recuperar, Dios sabe que sí”, afirmó con alegría.
Acto noble
María Ester Flores, sicóloga que tiene una columna de opinión en La Teja, alabó la forma de pensar del cantante.
“Perdonar es uno de los actos más nobles del ser humano. Todos tenemos esa capacidad porque en esencia el humano es amor, es una naturaleza que nos acompaña toda la vida. La violencia y los problemas nos pueden robar esa capacidad.
“Cuando se perdona se regresa a esa esencia de niños, del niño que solo sabe dar amor. Un proceso de abandono es difícil de perdonar porque esa ausencia puede generar rencor, odio y hasta frustración. Es de admirar el perdón de Yeris”, asegura Flores.
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La verdadera sanación del ser humano pasa por el perdón, confirma la sicóloga.
“Es uno de los mayores sentimientos de bienestar, de paz, de felicidad. Se dejan las preguntas negativas a un lado y se avanza en ese proceso interno que le dice a la vida, no me voy a pelear más conmigo mismo ni con los demás. Hablo de un proceso de vivir en paz”, explica la especialista.
Amor misericordioso
El papa Francisco había dejado clara la importancia del perdón como el que practica Yeris: “¡Cuánto sufrimiento, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse, si el perdón y la misericordia fueran el estilo de nuestra vida!
“Cuántas familias desunidas que no saben perdonarse, cuántos hermanos y hermanas que tienen este rencor dentro.
“Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y la política”, dijo en vida el papa Francisco.