Revista Perfil

Renuncia silenciosa, un incómodo estatus laboral

Ya sea empleador o trabajador, es fundamental estar atentos a las señales de este fenómeno que ocurre cuando la desmotivación y la apatía llegan a su máxima expresión.

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Es importante que las organizaciones estén atentas a las señales de una renuncia silenciosa y fomenten una cultura de comunicación abierta y transparencia para abordar los problemas subyacentes antes de que se conviertan en un problema mayor.

Es lo contrario a dar la famosa milla extra; es más bien trabajar haciendo lo indispensable, aplicando la ley del mínimo esfuerzo.

La renuncia silenciosa se refiere al acto en el cual un colaborador opta por abandonar su trabajo, no a través de una comunicación formal de renuncia, sino más bien retirando su compromiso emocional y su contribución al trabajo de manera gradual y discreta. En lugar de manifestar abiertamente su descontento o su intención de irse, el empleado disminuye su participación, su compromiso y su rendimiento, pasando desapercibido para muchos hasta que finalmente se retira de manera oficial o es despedido.

Recuerde que la renuncia silenciosa puede ser una señal de que algo no está bien en el entorno laboral, pero también representa una oportunidad para reflexionar, crecer y buscar un cambio positivo en la carrera profesional.

Para comprender mejor este fenómeno, es necesario ir a la raíz, saber cómo y por qué surge.

Para la sicóloga Ingrid Garita, es un tema multifactorial, por ejemplo:

Insatisfacción laboral: Los empleados pueden sentirse desmotivados o insatisfechos con su trabajo, ya sea debido a la falta de reconocimiento, la carga de trabajo excesiva, la falta de oportunidades de crecimiento, bajos salarios o un ambiente laboral poco saludable.

Conflictos interpersonales: Las relaciones tensas con superiores o colegas pueden llevar a los empleados a retirarse emocionalmente del trabajo como una forma de evitar confrontaciones o situaciones incómodas.

Desalineación con los valores de la empresa: Cuando los valores personales de un empleado no coinciden con los valores o la cultura de la empresa, es probable que experimente una falta de compromiso y eventualmente decida abandonar el trabajo de manera silenciosa.

Según la sicóloga Ingrid Garita, es importante que quienes se encuentran atravesando el síndrome de la renuncia silenciosa, puedan abordar la situación de manera proactiva y reflexiva. La especialista ofrece algunas recomendaciones que podrían ayudar.

Autoevaluación: Tómese un tiempo para reflexionar sobre sus sentimientos y motivaciones detrás del deseo de retirarse silenciosamente. Examine las razones detrás de la insatisfacción y evalúe qué hay detrás, y si hay forma de mitigar esos problemas.

Comunicación constructiva: Aunque puede ser tentador retirarse emocionalmente y dejar de comunicarse abiertamente con sus superiores o compañeros de trabajo, intente expresar sus preocupaciones de manera constructiva. Programe reuniones individuales para discutir sus inquietudes y proponga eventuales soluciones.

Buscar apoyo: No enfrente esta situación solo. Busque el apoyo de compañeros de confianza, amigos fuera del trabajo o incluso un mentor profesional. Compartir las experiencias y preocupaciones con alguien de confianza puede proporcionar una nueva perspectiva y posibles soluciones.

Establecer límites saludables: Si se siente abrumado por la carga de trabajo o las demandas poco realistas, aprenda a establecer límites saludables. Aprenda a decir no cuando sea necesario y priorice su bienestar emocional y mental.

Explorar oportunidades de desarrollo: Si siente que el trabajo actual no ofrece oportunidades de crecimiento profesional o personal, considere explorar otras opciones dentro de la empresa o fuera de ella. Actualice su currículum, desarrolle nuevas habilidades y manténgase abierto a nuevas oportunidades.

Planificar la salida: Si llega a la conclusión de que dejar el trabajo es la mejor opción, asegúrese de planificar su salida de manera cuidadosa y estratégica. Prepare una carta de renuncia profesional y considere ofrecer un aviso adecuado para garantizar una transición sana.

Mantener la calma: A pesar de cualquier frustración o descontento que pueda sentir, es importante mantener la paz y el profesionalismo en el trabajo. Evitar participar en chismes o comportamientos negativos que puedan dañar la reputación profesional.

La renuncia silenciosa es un fenómeno complejo que puede tener múltiples causas y consecuencias tanto para los empleados como para los empleadores.

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