Minor Correa Pereira fue un cruzrojista que desbordaba amor tanto hacia los desconocidos como hacia sus propios colegas de rescate.
Héctor Blanco, de Rescate Urbano Costa Rica, asegura que el principal recuerdo de Minor es verlo alegre, vivía sin estresarse y le transmitía a los demás ese amor que tenía por el prójimo.
“Minor era muy querido. ¡Siempre tenía una picardía! Era muy alegre, tenía más de 20 años de conocerlo, se caracterizaba por ser una persona muy servicial, puntual, se entregaba mucho al trabajo como tal; inclusive estaba a punto de acogerse a la pensión, no sé cuánto le faltaba, pero sí sé que muy poco”, recordó Blanco.
Héctor Blanco, cruzrojista voluntario, dará apoyo este sábado en el Comité de Cartago para que los compañeros de Minor puedan tomar más fuerzas para enfrentar la pérdida de un excelente colega.
“Tenía más de 20 años de laborar para la Benemérita institución, donde siempre dedicó todo su esfuerzo a los pacientes que trasladaba como conductor de ambulancia”.
“Siempre trabajó en la Cruz Roja de Cartago como conductor, tuve la oportunidad de compartir con él. Lo que siempre recuerdo de él es esa alegría, por ejemplo, cuando venía con una ambulancia de la zona de los Santos, siempre lo recibía a uno y le preguntaba ‘¿Qué, ya tomó cafecito?’. Siempre tenía esa camaradería que uno trata de tener en la base y creo que por eso es que la gente está muy dolida”, mencionó.
Minor murió la madrugada de este viernes frente al Servicentro Cristo Rey, en Ochomogo, cuando el paramédico estaba atendiendo un accidente de tránsito en el que falleció un motociclista. El conductor de un carro que iba a alta velocidad atropelló a Minor, provocándole la muerte en el sitio.