Flory Hernández Calderón, de 58 años, es una abuelita que demostró gran valentía en este 2024, ya que soportó el dolor físico de recibir 30 puñaladas, al parecer, por parte de su yerno, un hombre de apellido Johnson, de 37 años.
La historia de esa mujer marcó a muchas personas en este año, porque en medio de su desconsuelo luchó por sus nietos para estar una vez más con ellos. Sus heridas están casi sanas y tiene bien claro que ella es parte de los milagros que dejó este 2024 en medio de toda la violencia que atrapó a muchas familias.
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Pero el dolor más fuerte, y del cual no hay cura, es haber perdido a su hija Rebeca Castillo Hernández, de 34 años, quien también murió apuñalada, supuestamente, por Johnson, convirtiéndose en una víctima más de los femicidios, la madrugada del pasado viernes 4 de octubre del 2024, en el residencial Villa Bonita en Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago.
Rebeca era madre de una niña de 4 años y un pequeñito de un año. Ellos, pese a no tener físicamente a su madre, siguen sintiendo su calor, esto porque su abuelita le regaló a cada uno un almohadón con la foto de su mamita y ellos duermen abrazados a la imagen.
“Mi nieta me pidió que le llenara el cuarto con fotos de la mamá, por más que me duela, le hice unos almohadoncitos y le puse las foticos de mamá en el cuarto, trato de complacerla, el bebé está pequeñito y él todavía no entiende, pero mi nieta sí comprende más y es muy inteligente”, expresó la abuelita desde su casa en Llanos de Santa Lucía.
Doña Flory asegura que las fuerzas para continuar sin lugar a dudas han sido de Dios, que le permitió seguir para estar al cuido de sus nietos, de momento lo que siente es que le arden o a veces le pican las heridas que sufrió.
“Todas las personas me dicen que por algo Dios me dejó en esta tierra, pero en realidad no necesito que la gente me lo diga, yo misma lo sé, que ese día me tocaba morir, pero no sé qué pasó y viví, sé que soy un milagro, Diosito me protegió”, manifestó doña Flory.
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Abuelita sobreviviente prometió cuidar de sus nietos
Flory es mamá de tres hijas y abuelita de cuatro nietos, ellos también le han dado fuerzas para seguir y cumplir con la promesa que le hizo a Rebeca, una vez que salió del hospital.
“Estoy cumpliendo con mi palabra, a pesar de mi dolor estoy en el tiempo de ellos (se refiere a los nietos), así como de mi esposo, mis otras dos hijas y mis yernos.
“Cuando yo comencé a recuperarme le hice esa promesa, porque cuando estuve en el hospital internada no podía prometer nada, pero cuando regresé a la casa y me trajeron a los niños, le dije a mi hija (se refiere a Rebeca): ‘Aquí los tengo en mis brazos’, le prometía que iba a hacer todo lo que estuviera en mis manos para sacarlos adelante”, recordó la valiente.
Doña Flory fue invitada a un homenaje que le hicieron a su hija en el colegio Elías Vega Quirós de El Guarco de Cartago, y también a una graduación que le hicieron a la hija mayor de Rebeca, en el Cen-Cinai al que asiste, el próximo 2025 iniciará el materno.
“He estado muy anuente a todo los que significan las fiestas de los niños, los he llevado a actividades de Navidad, también llevé a mi niña a que se graduara del Cen, también fuimos los invitados especiales de un homenaje que le hicieron a mi hija en el colegio.
“Ha sido un diciembre muy duro para mí, mi nieta el otro año va para materno, ya la matriculamos, era a ella a quien le tocaba estar ahí y ver su graduación y los eventos que eran para ella, he tenido que estar junto a mis nietos quienes no tienen la culpa, yo le pido fuerzas a mi Dios para poder hacer lo que tenga que hacer, porque ellos no saben de dolor, ellos andan jugando y están contentos con sus regalitos. Siempre me levanto temprano para atender a mis nietos con todo lo que necesitan”, manifestó la abuelita, quien sigue demostrando lo valiente que le ha tocado ser.
Rebeca fue atacada de muerte cuando se alistaba para ir al trabajo. Johnson, el sospechoso, es el papá de los pequeños y ella le habría dado otra oportunidad con el fin de mantener la familia unida.