Ronny Genaro Vallejo Radni, de 14 años, siempre fue un muchacho generoso y anhelaba contar con amigos; sin embargo, los que creía tener le tendieron la peor de las trampas, causando un gran dolor para la familia del adolescente.
Al joven lo descuartizaron, su cuerpo fue quemado hasta reducirlo a restos óseos y luego los botaron en los alrededores de Chacarita, Puntarenas, de donde el joven también era vecino.
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Una de las últimas acciones que el muchacho realizó fue llevarle un queque a uno de los sujetos que lo terminó asesinando.
Así lo detalló Ana María Radni, tía del muchacho, quien lamenta el daño que le hicieron a su ser querido.
“Necesito decirles a los jóvenes que no crean que todos son amigos. La vida de Ronny fue muy corta y, en realidad, los jóvenes (los responsables) eran supuestos amigos de él, eran del mismo vecindario, se criaron juntos, aunque eran mayores, crecieron juntos”, recordó la tía.
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En medio de todo el dolor, la familia se queda con los buenos actos que realizó el muchacho; incluso, los que hizo para las personas que le terminaron haciendo el peor daño.
“Cuando había fechas especiales, como la Navidad o el cumpleaños, él siempre le pedía a la mamá que les regalara algo (a los falsos amigos).
“Inclusive, quince días antes (del asesinato), uno de ellos había cumplido años y Ronny le llevó un queque y una coca. Esto es lo más doloroso, porque mi sobrino era un niño con un corazón muy grande, y él quería encajar en el grupo”, detalló la tía, quien no soporta el dolor por la pérdida de su ser querido.
Los responsables de quitarle la vida a Ronny fueron dos sujetos de apellidos Vega Azofeifa y Matarrita Matarrita.
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A ellos los sentenciaron a 35 años de cárcel para cada uno, y la pena trascendió el lunes 19 de mayo anterior.
Ronny desapareció el 15 de marzo del 2024, entre las 3:40 p.m. y las 8 p.m., en el barrio 20 de Noviembre, Puntarenas. Su familia lo buscó por semanas hasta que el OIJ luego les confirmó la manera tan traumática en que lo mataron.