Gerardo Bastos Pérez, el agente del OIJ que falleció al caer a las aguas del río Tiribí, en Escazú, fue despedido por sus compañeros, amigos y familiares con todos los honores.
La ceremonia para darle el último adiós inició la tarde de este miércoles 28 de abril, pues su cuerpo fue velado en una casa prestada a su familia ubicada en Los Ángeles de San Rafael, Heredia.
En la despedida se contó con la participación de la Guardia de Honor de la Fuerza Pública, quienes a solicitud del OIJ se presentaron para rendirle un homenaje a Bastos, cuyo ataúd fue cubierto con una bandera de Costa Rica, tal y como siempre se hace cuando un oficial muere en el cumplimiento del deber.
Marcela Chaves, esposa de Gerardo, dijo estar muy agradecida con todos los compañeros de su esposo y las personas que se acercaron a ella y a sus tres hijas para apoyarlas en un momento tan difícil.
“No puedo ni describirle la ceremonia, porque fue hermoso todo lo que hizo el OIJ, puedo decir que de verdad se lucieron, fue muy lindo todo”, dijo.
Chaves contó que también recibieron la ayuda de muchas personas que por medio de donaciones les permitieron afrontar todos los gastos para el funeral de su esposo.
“A lo último un doctor me donó todo lo del funeral, hasta la incineración, me ayudó mucho, de verdad”, añadió.
Este jueves 29 de abril los compañeros de Gerardo realizaron una caravana desde Los Ángeles de San Rafael de Heredia hasta Paseo Colón, en San José, para acompañarlo hasta el lugar en el cual su cuerpo fue cremado.
En cuanto a sus cenizas, doña Marcela dijo que aún no han decidido si van a conservarlas o si van a cumplir un deseo que su esposo tenía, el cual ella prefirió no revelar.