Pedro Martínez Vargas, de 49 años, es el hombre que maniataron, golpearon y dejaron sin vida en una calle paralela a la ruta 32, en San Luis de Santo Domingo de Heredia.
Martínez era conductor de aplicaciones que ofrecen servicios de transporte a nivel nacional.
La última vez que lo vieron con vida fue la noche de este Sábado Santo cuando andaba trabajando con su carro, un Kia Río, modelo 2017 color gris plata, placa BMH-610.
Él era vecino de Cinco Esquinas de Tibás y siempre acostumbraba a llegar a más tardar la medianoche; sin embargo, está vez no fue así.
Desde ese momento, la familia supo que algo estaba mal, lo comenzaron a llamar y tampoco contestaba.
Pidieron ayuda por redes sociales y en el grupo de Facebook de conductores de aplicaciones, tampoco hubo respuesta.
Los temores se convirtieron en la peor pesadilla la mañana de este Domingo Santo cuando un hombre que caminaba por una calle paralela a la ruta 32, en San Luis de Santo Domingo de Heredia, encontró un cuerpo con múltiples golpes.
El OIJ identificó a esta persona como Pedro Martínez, por quien, hacía pocas horas, sus allegados pedían ayuda para encontrarlo.
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El carro que él usaba para trabajar desapareció y no hay rastro de él.
Martínez deja una hija y una nieta por quienes también se esforzaba.
Carlos Martínez era hermano gemelo de Pedro y fue quien lo identificó por medio de la ropa y un tatuaje.
“Lo de mi hermano fue un asalto, como todos los anteriores (se refiere a otros ataques contra conductores de aplicaciones).
“Lo reconocí por la ropa, un tatuaje y un lunar que tenía en el pecho”, manifestó el hermano gemelo.
En cuestión de días
Este es el segundo conductor de aplicaciones que es hallado sin vida en cuestión de cuatro días, pues la tarde del Jueves Santo 6 de abril apareció el cuerpo de Eddie Salmerón Morán, de 29 años. Él también era conductor de aplicaciones y la última vez que lo vieron con vida fue el noche del domingo 26 de marzo anterior cuando se comunicó con su esposa y le dijo que haría el último viaje, recoger a unos muchachos en Heredia y regresaría a casa.
Sin embargo, nunca regresó. Su familia también denunció al OIJ la situación y pidió ayuda de las personas para encontrarlo.
A Eddie también lo maniataron, golpearon y dejaron tirado, esta vez en un lote en San Jerónimo de Moravia, San José.
Del carro de él tampoco hay rastro, era un Kia Río, modelo 2006, color naranja.
Eddie fue despedido por su familia este domingo.
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Otros conductores asesinados
Las familias de estos dos conductores no son los únicos que están sufriendo por la espantosa muerte de sus seres queridos.
Ninguno de los familiares de estos choferes se conocen, pero coinciden que sus seres queridos no tenían problemas ni manifestaron vivir con algún temor; por el contrario, se esforzaban por ganarse la plata para llevar sustento a sus familias.
En los últimos cinco meses han matado a otros conductores en condiciones similares, aunque no se descarta que las víctimas sean más.
Otra de las muertes recientes es la de José Ángel Rodríguez Rodríguez, de 53 años, quien también era conductor de plataformas digitales.
Rodríguez fue hallado sin vida la mañana del viernes 10 de febrero anterior a un lado de la calle en San Rafael de Montes de Oca, San José.
Por él también hubo denuncia en el OIJ y pidieron ayuda. Cuando lo encontraron era muy tarde, ya no tenía vida.
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Una vez más se repite el mismo patrón, el carro que usaba desapareció, él andaba un Toyota yaris blanco, año 2017.
En noviembre anterior hubo otro homicidio similar de un conductor de aplicaciones del que tampoco hay rastro del carro; se trata de Abraham Isaac Rodríguez Sequeira, de 28 años, quien apareció sin vida en el río Ciruelas de Alajuela el 22 de noviembre del 2022.
La última vez de él fue la noche del jueves 17 de noviembre, pasadas las 11 de la noche, cuando le contestó un mensaje de buenas noches a su mamá; supuestamente, en ese momento andaba ubereando. Manejaba un Mitsubishi Lancer Evolution plateado, que tampoco ha aparecido.
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Las familias de las personas que trabajan mediante estas aplicaciones temen que bandas sean las que están dejando dolor.
Ellas le piden al OIJ agilizar las investigaciones para evitar más dolor a otras familias.