EscucharEl asesino de Karolay Serrano Cordero se volvió a sentar en el banquillo de los acusados en los Tribunales de Juicio de Heredia pero para enfrentar una nueva causa por delitos sexuales.
El hombre, de apellidos Cubillo Hidalgo, fue denunciado, aparentemente, por una prima por dicho delito y después de casi un año de diligencias policiales, este lunes hubo una audiencia en la que el caso se elevó a juicio.
De momento lo que se sabe es que el caso ocurrió cuando la joven era menor de edad y la muchacha decidió hablar tiempo después.
La Teja consultó a la Fiscalía e informaron que: “En atención a su consulta, la Unidad de Género de la Fiscalía de Heredia informó que el caso de su interés corresponde al expediente 22-001373-0369-PE, en el que se acusaron aparentes delitos de naturaleza sexual, en perjuicio de una persona menor de edad”, indicaron.
Añaden: “Ayer se realizó la audiencia preliminar y el Juzgado Penal acogió la solicitud del Ministerio Público y ordenó la apertura de juicio. Ahora le corresponde al Tribunal Penal programar una fecha para el desarrollo del debate”.
Karolay fue asesinada hace cuatro años, ella tenía tenía 26 años y estuvo desaparecida durante seis meses, hasta que parte de sus restos fueron encontrados en las faldas del volcán Barva, en Heredia.
El momento de la desaparición de Karolay, el 12 de agosto de 2019, quedó grabado en un video, en el que se ve donde se subió a un carro blanco y en ese momento empezó la angustia para su madre. La joven tenía una relación con Cubillo y ella quería hacerla pública, pero él tenía otra pareja y por eso la mandó a matar.
En enero del 2021, Cubillo y su cómplice, un hombre de apellido Soto, fueron condenados a un total de 48 años de cárcel: 24 para cada uno, tras someterse a un proceso abreviado en los Tribunales de Heredia.
En setiembre del 2020, una menor de 16 años fue sentenciada a 12 años de cárcel como responsable de conseguir un arma y a una persona para que asesinara a Karolay.
Karolay dejó a una hija que ahora es el tesoro de su abuelita.
