Un vehículo convertible inscrito en el Registro Nacional a nombre de un costarricense de apellidos Miranda Izquierdo tenía sangre fresca, el 26 de julio del 2020, cuando la Unidad Canina lo revisó.
Esto lo confirmó Tatiana López Morales, técnica especializada de la Unidad Canina en la continuación de su declaración en el juicio que se lleva en la sala 5 del Tribunal Penal de Goicoechea por el homicidio de la doctora María Luisa Cedeño.
Miranda es, precisamente, uno de los acusados de la muerte de la doctora.
Alfonso Ruiz, representante de la familia de la doctora, le preguntó a López si el perro policía Baco, que colaboró en esta investigación, podría confundir la sangre humana con sangre animal.
“Detecta únicamente sangre humana”, aclaró la testigo.
Además, explicó que diferentes institutos les han suministrado sangre de animales que por lo general se relacionan con los humanos, como por ejemplo de gatos, perros, ratas, cerdos y hasta de caballos y monos, pero Baco siempre sabe identificar cuál es la humana.
Sostuvo que les ha llamado la atención el olor de la sangre de los cerdos, ya que la descomposición es similar a las de las personas.
“La olfatean varias veces, sin embargo, la discriminan”, explicó.
Ruiz le cuestionó si la sangre se descompone y la experta confirmó que, en efecto, se daña.
Afirmó que Baco no ha sido entrenado para sangre descompuesta.