El sospechoso de asesinar a Nadia Peraza Espinoza, la joven madre de 21 años cuyos restos aparecieron dentro de un refrigerador, dio tres versiones distintas para justificar la grave herida que sufrió en su mano izquierda y que podría estar vinculada con el atroz crimen.
Así lo revela el expediente judicial que se lleva por la causa contra el sujeto apellidado Buzano Paisano, del cual La Teja cuenta con una copia. Dicho documento contiene las entrevistas realizadas por agentes del OIJ a diferentes personas relacionadas con Nadia y el sospechoso.
“Nos parece que una persona que pueda decir esas cosas está bien de la cabeza, si una persona da versiones diferentes no estaría mal de la cabeza, hay que investigar bien eso y que se hagan las pesquisas necesarias”, dijo Joseph Rivera, abogado de la familia de Nadia.
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Atacado por indigente
De acuerdo con el expediente, la primera vez que Buzano se refirió a la herida en su mano izquierda fue cuando conversó con un maestro de obras de construcción que lo contactó para preguntarle por qué no llegó a trabajar. Según la investigación, el sospechoso trabajó en varias ocasiones como soldador para esa persona.
“Para la fecha de febrero 2024, del 19 al 24 tenían un contrato de remodelación de una vivienda en el sector de Curridabat, por esa razón Buzano trabajó con ellos varios de esos días, la dinámica antes de dirigirse hacia Curridanbat correspondía a que se veían en Heredia centro y se desplazaban en bus hasta el lugar de trabajo. En uno de esos días, sin precisar con exactitud, estaba esperando a Buzano y como no llegaba lo contactó y este refirió que se encontraba en el hospital, que se había cortado la mano y estaba en el hospital y le aclaró que lo que le ocurrió fue que un indigente lo quería asaltar y le cortó la mano con un cutter”.
El 23 de febrero el sospechoso le envió una imagen al maestro de obras donde le mostraba su mano vendada tras haber sido atendido en un centro médico.
Según el testimonio de esta persona, el 4 de marzo Buzano trabajó de nuevo con ellos por tres días, pero aún tenía la herida sin sanar y muy infeccionada.
Accidente laboral
Buzano le dio otra versión muy diferente a uno de sus amigos, quien es hijo del señor que le prestó una habitación para que viviera en San Pablo de Heredia. En esa residencia se hallaba la refri con los restos de Nadia.
“Es importante señalar que Buzano tenía una herida en la mano izquierda, la cual se le estaba infeccionando, pero estaba muy fea, por lo que (su amigo) le preguntó qué le había pasado, por lo que Buzano le comentó que trabajando en construcción se le había metido una estaca y que por eso le había pasado eso, así que Buzano le comentó que tenía varios días con la herida, él (amigo) le dijo que eso no era normal, así que en ese momento a él le dio lastima la mano de él y pensó que Buzano se iba a quedar sin mano”, indica el expediente.
En el expediente se revela que este muchacho fue quien le pidió a su padre que recibiera a Buzano en su propiedad, pues el sospechoso le había comentado que no tenía adonde ir, pues lo estaban echando de donde vivía con Nadia.
Se hirió él mismo
La última versión que dio Buzano sobre su herida fue a un familiar muy cercano, su padre adoptivo, a quien el 22 de febrero le dijo que, al parecer, él mismo se hirió debido a problemas que tuvo con Nadia.
“Buzano lo contactó y le comentó que se había cortado y que no podía salir de la casa, que se estaba desangrando, le pidió ayuda, que lo fuera a auxiliar y le pasó la ubicación de la vivienda (...) al llegar la dueña de la vivienda les abrió (al padre adoptivo y a un tío de Nadia) la puerta y les indicó que Buzano ya se había ido hacia el hospital, al ingresar a la casa había mucho desastre, casi no habían cosas de Nadia, también observó unas gotas de aparente sangre, posiblemente por la cortada que tenía Buzano. Aunado a lo anterior, Buzano le refirió que se había cortado las venas, porque se sentía mal, nunca le enseñó las heridas”.
Un día después, el sospechoso contactó a su familiar por videollamada y le enseñó una lesión profunda en una de sus manos.