Con un fuerte abrazo, don Edilio Agüero Ureña, de 79 años, salvó la vida de su pequeña nieta Camila, de 4 añitos, pues usó su cuerpo como un escudo para protegerla de varios golpes que habría recibido cuando el carro en el que ambos viajaban cayó por un guindo.
Lamentablemente don Edilio sufrió varias heridas en ese accidente, ocurrido el pasado Viernes Santo en Providencia de Copey de Dota, y terminó por perder la vida cuando era llevado por la Cruz Roja al hospital Max Peralta Cartago.
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Rocío Agüero, hija del señor, dijo que con esa valiente acción su papá se convirtió en un héroe y en un ángel de la guarda para su hija, pues sabe que él siempre estará cuidando a Cami desde el cielo.
“Mi hija de milagro, porque no hay otra palabra y gracias a papi, no le pasó absolutamente nada, solo un rasponcito que al día siguiente ya no se le notaba, además de un golpe en un dedito, fue lo único que le pasó”, contó Agüero.
“No sabemos con exactitud qué fue lo que sucedió, no hemos querido tocarle mucho el tema a mi hija porque sería revivir otra vez lo que ella vivió”.
— Rocío Agüero, mamá de la chiquita.
Mandado terminó en tragedia
El accidente que le costó la vida a don Edilio ocurrió la mañana del pasado viernes 15 de abril, ese día su hija y su nieta se encontraban en la casa del señor, en Providencia, pues querían pasar esos días libres junto al señor y su esposa.
Rocío contó que ese día todos se levantaron muy temprano, pues su papá quería llevarlos a una propiedad cercana de la casa para contarles de los planes que tenía.
“Papi tenía muchos proyectos, quería seguir abriendo camino porque estaba preparando otro terreno para sembrar café”, contó Agüero.
Tras la visita a la finca, don Edilio, su esposa, doña María Hidalgo, su hija Rocío y su pequeña nieta Cami regresaron a la casa del señor para terminar de desayunar.
“Mami entró a la cocina y mencionó que necesitaba que le hicieran un mandado a la pulpería, entonces mi papá agarró las llaves del carro y mi hija dijo que ella quería ir con el abuelito, entonces se fue con papi, como muchas ocasiones antes lo había hecho”, contó Rocío.
— "Papi se convirtió en un héroe y en un ángel de la guarda para mi hija", dijo Rocío Agüero, hija de don Edilio.
El fatal accidente ocurrió cuando don Edilio y Cami regresaban de la pulpería, ubicada a dos kilómetros de la casa del señor. Por motivos que se desconocen el señor perdió el control del carro, se salió de la carretera y cayó a un guindo.
Unas personas que pasaban por ahí escucharon los gritos de la chiquita y los ayudaron a salir del carro mientras esperaban a la Cruz Roja.
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Un fuerte abrazo
La familia de don Edilio aún no sabe qué fue lo que provocó el accidente, lo poco que conocen sobre el hecho es por lo que Cami les contó ese mismo día en el hospital.
“Cuando estábamos en el hospital ella me dijo, ‘mamá, el carro de abuelito venía muy rápido y yo me asusté', luego me dijo que ella le preguntó a papi qué estaba pasando y que en ese momento él la abrazó.
“También dijo que vio al abuelito con sangre en la frente y en los dientes y que ella empezó a gritar auxilio y luego unas personas la sacaron del carro”, detalló Agüero.
Esas personas que ayudaron a Cami y a don Edilio eran los propietarios de la finca donde cayó el carro, ellos le contaron a Rocío que cuando se acercaron al carro vieron que su papá aún estaba protegiendo a la chiquita con un abrazo, lo que al final terminó por salvarle la vida.
“Cuando mi hija me contó en el hospital lo que había pasado se puso a llorar y luego se quedó dormidita, no pasaron dos o tres minutos y ella se despertó rezando la oración del ángel de la guarda y eso me sorprendió mucho, porque hace dos meses papi estuvo en mi casa y le enseñó esa oración a mi hija”.
Dado a su familia
Don Edilio vivió durante 70 años en Providencia, ahí se dedicó a trabajar la tierra como agricultor; sin embargo una de las cosas que más lo apasionaba era la siembra café.
“Su amor era Providencia, uno le preguntaba por qué nunca buscó una casa en Santa María de Dota, en Cartago o así y él decía que antes muerto que salir de Providencia”, contó su hija.
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En esa comunidad don Edilio es recordado como un hombre noble y de gran corazón, que siempre trabajó por el bien de los vecinos, sin cobrar un solo cinco, pues él deseaba lo mejor para su familia y amigos.
“Papi fue muy amoroso y entregado a la familia, a pesar de ser una persona de campo con poca escolaridad siempre fue muy respetuoso y muy querido.
“Siempre estuvo muy involucrado en las cosas de la comunidad, le gustaba colaborar con todo lo que tuviera que ver con caminos y demás en Providencia, su anhelo siempre fue el bienestar de todos sus descendientes”.
Rocío dijo que todos en su familia aún sienten mucho dolor por la muerte de su papá, pero encuentran consuelo y paz en los buenos recuerdos que don Edilio les dejó.