El hombre apellidado Ríos Garro asesinó de forma despiadada a su pareja y a su hija, de 12 años, para así poder establecer una relación formal con una jovencita de apenas 15 años, lo cual es también un delito.
Así lo reveló este viernes el Tribunal Penal de Cartago durante la lectura de la sentencia en la que Ríos fue condenado a 76 años de cárcel por asesinar a golpes a su pareja, Fernanda Sánchez, de 31 años, y la hija de ambos, Raisha Ríos.
El macabro crimen ocurrió el 30 de julio del 2020, en La Virgen de San Pablo de León Cortés, cuando los cuerpos de madre e hija fueron encontrados dentro de un guindo, a varios metros de la casa en la que vivían y que fue quemada por Ríos.
La jueza Magaly Hernández fue la encargada de detallar los motivos por los que encontraron a Ríos responsable de los delitos de femicidio, homicidio calificado, incendio y denuncia calumniosa.
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Relación impropia con quinceañera
Hernández explicó que el OIJ determinó que el motivo detrás del horrible crimen fue que Ríos asesinó a su pareja y a su propia hija porque quería mantener una relación impropia con una jovencita de 15 años, con la que ya tenía bastante tiempo de estar intercambiando mensajes.
“De acuerdo con lo localizado en su teléfono y demás, se había puesto en conocimiento en la investigación que Ríos tenía una relación impropia con una menor de 15 años, hija de una señora que era amiga de él. En las conversaciones, días previos al crimen, él hacía saber a la menor que ya pronto iban a poder estar juntos”, explicó Hernández.
Incluso, la jueza dio a conocer que esa muchacha de 15 años era conocida de Raisha, pues durante la investigación encontraron una fotografía en la que Ríos aparecía con ambas, a las que describió como sus princesas.
Mamá habría apoyado la relación
Otro detalle que fue revelado durante el debate es que la mamá de esa quinceañera, quien incluso era amiga de Fernanda, conocía la cercanía que había entre Ríos y su hija, al punto de que entre ellos dos se decían “suegrita” y “yernito”, e incluso ella traslada mensajes de uno al otro.
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La mamá de la quinceañera no declaró por recomendación de una defensora pública, pues, se consideró que sus declaraciones la podrían vincular con un hecho ilícito.
En cuanto a su hija, la menor sí declaró en el debate, pero la jueza dijo que ella fue muy esquiva y que solo aceptó que intercambió mensajes un poco pasados de tono con Ríos.
Asesino reveló el arma homicida
Durante la lectura salió a la luz otro detalle de mucha importancia, y fue el hecho de que Ríos, antes de ser detenido como sospechoso del crimen, habló de más con otras personas y sin querer terminó revelando cuál fue el arma homicida.
“Dentro del expediente consta que, extrañamente, ese día 30 de julio en la noche, a razón de una entrevista que realiza la Policía Judicial a una amiga de Ríos, se conoce dentro del informe policial que ella le dio posada por el incendio que ocurrió en su casa.
La señora le menciona al oficial que cuando ella le pregunta a Ríos que con qué las mataron, este le refiere que a Fernanda con una garlopa, que es un cepillo de cepillar madera, y que a Raisha con una alcancía", explicó Hernández.
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La jueza dijo que ese dato llamó mucho la atención, pues un investigador que declaró durante el debate dijo que ni siquiera él con sus conocimientos podía decir la clase de objeto que usaron para matar a la madre y su hija.
“Este detalle es importante porque la autopsia de las víctimas se realiza al día siguiente (31 de julio), por lo que ese tipo de aseveración (hecha por Ríos) solo la podría hacer una persona que presenció o participó de la situación”, agregó la jueza.
Lo contó por segunda vez
La investigación determinó que Ríos reveló por segunda ocasión el arma usada en el crimen, esta vez por medio de una conversación telefónica con una mujer a la que pretendía.
“Esta conversación se da antes de que Ríos fuera traído formalmente al proceso, sin embargo, él hace ver que a su hija y a su pareja las mataron con un cepillo de cepillar madera, la pregunta es ¿Cómo asevera esto? Si no fue porque estuvo ahí“.
A todo esto se suma el hecho de que el sobrino menor de edad de Ríos, al que este amenazó para que lo ayudara a ocultar los cuerpos, también testificó y dijo que vio al hombre entrar a la casa con un cepillo de cepillar madera y que luego escuchó dos golpes muy fuertes.
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En cuanto a ese muchacho, el Tribunal informó que este fue juzgado en otro proceso de cual salió absuelto. Después de eso fue que participó como testigo en el juicio contra su tío.
Los guió hasta el guindo
Otro detalle que los jueces encontraron crucial para condenar a Ríos es que el día de los hechos este prácticamente guió a unos policías hasta el guindo donde estaban los cuerpos, diciéndoles que “seguro Fernanda se jaló una torta”.
“El investigador en el debate nos hace ver que si no hubiese sido por esa mención que Ríos hace en ese momento nadie habría ido a hacer esa búsqueda en ese lugar, porque si buscaban cuerpos era en la casa incendiada o sus alrededores”, destacó la jueza.
Tras finalizar la lectura del por tanto, Ríos fue sacado de la sala de juicio con una gran sonrisa, además alcanzó a tirarle un beso a unas personas, al parecer, familiares que estaban entre el público.