Sucesos

Descuidos cantaron a asaltantes que cometieron mortal crimen al estilo del Lejano Oeste

Tres maleantes trataron de asaltar al dueño de una conocida gasolinera y el caso tuvo un trágico final

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Intento de asalto a dueñodel servicentro El Higuerón.Foto Archivo.
Los asaltantes usaron el Hyundai rojo para interceptar el carro en el que viajaba el dueño del servicentro y el administrador. Foto Archivo.

Por lo general, que le digan a una persona que tiene “cara de bueno” es un halago, pero en el caso de un asaltante, esto terminó siendo todo lo contrario, pues esa característica física fue una de las pruebas que se usaron en su contra para condenarlo por un violento crimen.

Así le sucedió a un hombre apellidado Cuenca Vargas, quien fue sentenciado junto a otros dos sujetos, de apellidos Madriz Brenes y Mora Prendas, por cometer un intento de asalto al estilo del “Lejano Oeste”, el cual tuvo un trágico final.

Estos hombres, que cometieron una serie de descuidos que dieron pie a una condena de 35 años de cárcel, fueron sentenciados por el homicidio de Alexánder Pérez Quesada, quien era el administrador del conocido servicentro El Higuerón, ubicado en San Pedro de Montes de Oca.

El atroz crimen ocurrió en abril del 2006 y fue muy sonado en todo el país, pues en este se desató una violenta balacera a plena luz del día, luego de que el plan de los sujetos, de asaltar al dueño del servicentro, no saliera como ellos esperaban.

Edgardo Bonilla, exfiscal del Ministerio Público, fue la persona que logró la condena contra los tres sujetos, para él este fue un caso muy complejo que se logró llevar ante la justicia gracias a una robusta investigación y a la participación de valientes testigos que fueron piezas claves.

“Fue una investigación muy bien hilvanada desde la propia escena”, señaló Bonilla.

Interceptados y atacados

El crimen que terminó por costarle la vida a Pérez ocurrió a eso de las 11:30 de la mañana del lunes 3 de abril del 2006, cuando este viajaba en un carro BMW junto al dueño del servicentro El Higuerón, un oriental apellidado Tsai.

Según Bonilla, ellos se dirigían hacia un banco para realizar un deposito de unos ¢6 millones por las ventas del fin de semana, al parecer, siempre acostumbraban a realizar ese trámite los lunes por la mañana.

“El oriental y el administrador salieron de la bomba y se dirigieron hacia el este, por donde estaba un conocido almacén, recorrieron unos cien metros y ahí fueron interceptados por un carro, se trataba de un Hyundai rojo”.

Al parecer, los asaltantes fueron quienes iniciaron una balacera contra los ocupantes del BMW y, según una publicación del periódico La Nación, habría sido el oriental quien respondió a los disparos e hizo que los sujetos se dieran a la fuga con las manos vacías. Estos huyeron en otro carro que los estaba esperando.

Intento de asalto a dueñodel servicentro El Higuerón.Foto Archivo.
Según las autoridades, los sujetos estuvieron vigilando la gasolinera días previos a los hechos. Foto Archivo

Lamentablemente, en el intercambio de balazos, el administrador de la bomba recibió un disparo en el pómulo izquierdo, por lo que fue llevado de emergencia al hospital Calderón Guardia, donde falleció poco después.

“El asunto para esa época estaba bien planeado, pero ellos no contaban con que los ofendidos ya iban armados y estaban alerta”.

—  Edgardo Bonilla, exfiscal.

Según explicó el exfiscal, previo a ese incidente, el dueño la gasolinera y el administrador de esta ya habían sido interceptados por unos sujetos que también trataron de asaltarlos, pero en esa ocasión lograron huir de los maleantes. Ese hecho ocurrió el 20 de marzo del 2006.

“No se logró determinar que ellos (los sospechosos) estuvieran involucrados con ese primer hecho, pero sí quedó como una alta probabilidad de que fueran ellos mismos”, destacó.

Empleado habría dado la info

Tras el crimen, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público iniciaron con la investigación del caso, en ese momento una de las hipótesis más fuertes que manejaban decía que, al parecer, un empleado del servicentro habría sido quien facilitó la información del depósito bancario a los asaltantes.

“El móvil era interesante, en el sentido de que aparentemente, como se dice popularmente, fueron ‘puestos’, a raíz de eso se empezó a investigar a los empleados y a las personas que tenían información, porque más o menos la cantidad que llevaban ese día eran ¢6 millones”, contó Bonilla.

Según contó el exfiscal, durante la investigación se señaló a uno de los trabajadores como sospechoso de participar en el plan para el asalto, incluso esta persona estuvo cumpliendo prisión preventiva, esto debido a que encontraron que, al parecer, había recibido una llamada de uno de los otros sujetos días antes al golpe.

Intento de asalto a dueñodel servicentro El Higuerón.Foto Archivo.
De milagro, el dueño de la gasolinera salió prácticamente ileso. Foto Archivo.

“Se fueron interrogando a todos los funcionarios de la bomba que tenían acceso de la información, se fue haciendo una selección y se logró determinar que uno de ellos, por la posición en la que estaba el puesto donde trabajaba, tenía visión hacia las oficinas de la bomba”, dijo Bonilla.

Sin embargo, tras ser llevado a juicio junto con Cuenca, Madriz y Mora, el Tribunal a cargo absolvió de toda responsabilidad, según el exfiscal, por el principio de in dubio pro reo, es decir, por dudas.

Primera detención

Bonilla explicó que en la investigación ya sospechaban de la participación de Cuenca, Madriz y Mora en el intento de asalto y en el homicidio del administrador de la bomba, pues policialmente eran conocidos por estar relacionados a hechos similares.

El primer contacto de las autoridades con estos sujetos por el caso, se dio el 7 de abril del 2006, cuatro días después de la balacera, cuando la Policía recibió una llamada alertando sobre una situación sospechosa.

Según un procedimiento de revisión de sentencia, con fecha de junio del 2013, que fue presentado por Cuenca y Madriz ante la Sala Tercera, los tres sujetos fueron capturados por la Policía cerca de un conocido restaurante de comida rápida en San Francisco de Dos Ríos.

De acuerdo con dicho documento, los oficiales capturaron a Cuenca y le decomisaron dos armas de fuego y un celular, mientras que a unos 50 metros de ese punto agarraron a Mora y Madriz, quienes andaban merodeando. Al parecer, los sujetos quedaron en libertad poco después.

Muchas llamadas

Bonilla explicó que uno de los elementos que les permitió vincular a los tres hombres con la muerte del administrador, fue un estudio de llamadas telefónicas, con el cual se demostró que hubo una importante cantidad de llamadas entre los acusados, en mayor cantidad los días 20 de marzo (intento de asalto fallido) y 3 de abril (día del homicidio).

“Solo de rastreos telefónicos eran como 140 folios, la ventaja es que en el lugar de los hechos habían torres que agarraron las llamadas y los ubicaron muy cerca del lugar de los hechos”, destacó.

El exfiscal no recordó con exactitud cómo y cuándo se dio la última detención de estos sujetos; sin embargo, una solicitud de ampliación de prisión preventiva, presentada en enero del 2008, revela que Cuenca y Mora estaban cumpliendo ese misma medida desde el año 2006 por otra causa, mientras que Madriz cumplía la medida de firmar cada 15 días, también por otra causa.

“Solo de rastreos telefónicos eran como 140 folios”.

—  Edgardo Bonilla,exfiscal.

Cara de bueno

Gracias al estudio de llamadas y otras diligencias realizadas por la Fiscalía y el OIJ, los tres imputados fueron llevados a juicio en enero del 2008. Durante ese debate se revelaron varios detalles que los implicaron con el homicidio del administrador.

Uno de los más llamativos tiene que ver con la declaración dada por un testigo, quien con lujo de detalles describió físicamente a uno de los asaltantes que vio el día de los hechos, dicha descripción calzaba a la perfección con Cuenca Vargas. Así se puede observar en el procedimiento de revisión mencionado anteriormente.

“El Tribunal acreditó la participación de Cuenca Vargas, con sustento en varios elementos. Es así como consideró que la descripción física que el testigo brindó de uno de los sujetos que disparó al vehículo en que viajaban los ofendidos, coincide plenamente con la de este acusado, según pudieron ellos examinar en el juicio oral, pues tal como describió el testigo, Cuenca es una persona joven, con ‘cara de bueno’, delgado, de aproximadamente 1.65 metros, de facciones finas, medio achinado, nariz respingada y cejas delineadas, boca fina, de unos 18 años de edad”, dice la Sala Tercera en el documento.

Intento de asalto a dueñodel servicentro El Higuerón.Foto Archivo.
Lamentablemente, el administrador de la gasolinera fue alcanzado por los disparos. Foto Archivo.

“La ventaja es que en el lugar de los hechos había torres que agarraron las llamadas y los ubicaron muy cerca del lugar de los hechos”.

—  Edgardo Bonilla, exfiscal.

Otro elemento que sirvió para ligar a Cuenca con el caso fue el hecho de que ya se había dictado una sentencia en su contra por un hecho muy similar que ocurrió tan solo 16 días después del homicidio de Pérez. En ese hecho también participó Mora Prendas.

“(...) Participaron cuatro personas, despojando del dinero a los ofendidos, quienes venían de realizar una transacción bancaria. Tres sujetos encañonaron con arma de fuego a las víctimas, mientras un cuarto esperaba en un vehículo, en el que huyeron del sitio, modo de operar y cercanía espacio- temporal que se asemeja al del presente caso”, añade el procedimiento de revisión.

Se dejó grabar

En el caso de Madriz no fue necesario que un testigo lo describiera, pues el día de los hechos este cometió un descuido al presentarse al servicentro El Higuerón.

“Según un video de seguridad de la estación de servicio El Higuerón, unos cinco minutos antes de que los ofendidos salieran del lugar con el dinero, un sujeto anduvo rondando las instalaciones de la gasolinera, persona que según pudo observar el Tribunal, gracias al contacto directo que tuvo con la prueba, concuerda en un todo con el acusado, en cuanto a sus características físicas, como contextura, color de piel y cabello, rasgos de la cara”, señala el documento citado.

De acuerdo con lo expuesto por el Tribunal, Madriz prácticamente se echó al agua solo, pues llegó a merodear al negocio sin hablar con nadie y ni siquiera usó algún servicio del establecimiento.

Carros los cantaron

Otra situación que sirvió para condenar a Madriz es el hecho de que este usó un carro que fue visto días previos al intento de asalto que le costó la vida a Pérez.

“Un segundo indicio lo constituye el uso del vehículo Toyota Corolla por parte del imputado. Este vehículo, si bien no es observado el día de los hechos, sí fue visto días antes, en el sitio, junto a un Hyundai rojo, que sí fue señalado por los testigos el día del asalto”

Durante el juicio, el Tribunal llegó a la conclusión de que la presencia de los acusados frente al servicentro en los días previos a los hechos demuestra que estos estaban estudiado la rutina del dueño del negocio para cometer el asalto.

Finalmente, todas las pruebas y testimonios presentados en el debate sirvieron para que los tres hombres fueran sentenciados a 35 años de prisión.

“El juzgador tomó en consideración el móvil por el que se dio muerte a la víctima: para apoderarse de dinero. Asimismo, la violencia con que se produjo el hecho, y el peligro que representó para la integridad física no solo de las víctimas, ‘resulta clara la violencia y desensibilización (sic) de los encartados, que sin ningún miramiento por la integridad física y vida humana de los semejantes, y en una acción propia del Lejano Oeste, no dudaron en accionar armas de fuego…', señaló el Tribunal.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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