EscucharUna advertencia que estremece a cualquiera es lo que dejó el mayor decomiso de armas de fuego realizado en el país y el cual se realizó en La Guácima de Alajuela.
Este hecho debería preocupar a todos los costarricenses y no solo a los policías, pues aunque son los que están en la primera línea contra el crimen, también hay vidas de inocentes en peligro.
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“Una ametralladora de ráfaga o de repetición, la cual puede disparar en un segundo una cantidad impresionante de balas”, dijo Randall Zúñiga, director del OIJ, como parte de la explicación sobre las armas que decomisaron en este lugar.
Estas armas están en manos de los delincuentes y lo más preocupante es que la Policía en Costa Rica no tiene ese tipo de armamento.
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Agregó que es preocupante que grupos criminales se estén armando con una gran cantidad de armas y no tener medios para evitar ser asesinados, como lo son los chalecos antibalas.
“Es una situación que como país nos debe llevar a una unidad nacional, ya que estas armas probablemente iban a ser utilizadas para tomar control territorial y lo cual decantaría en la muerte de personas ligadas a una actividad criminal, pero también muertes de inocentes que no tienen ninguna relación directa con conflictos criminales”, advirtió Zúñiga.
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Este golpe lo dio el OIJ y la Fiscalía este jueves 12 de junio en una bodega dentro de la cochera de una casa en La Guácima de Alajuela.
Las autoridades judiciales decomisaron: 10 armas de fuego tipo M16; 26 fusiles de asalto semiautomáticos, una Galil Sar, y 19 pistolas.
Este caso se investiga bajo el expediente 25-000089-0622-PE.
