EscucharAntonio “Toño” Badilla, de 80 años, y su esposa Maureen Molina, de 65 años, eran los dueños de la soda Donde Toño, en Finca Lajas en Santa Marta de San Antonio, en Alajuelita, y son las víctimas de un despiadado ataque a puñaladas en el que les quitaron la vida.
El OIJ confirmó las identidades y señaló cómo fue que descubrieron este atroz hecho que conmocionó a los amantes del senderismo que visitaban este sitio.
“Una mujer ingresó a la vivienda y se percató que los ocupantes se encontraban sin vida”, señalaron en la oficina de prensa del OIJ.
Los agresores llegaron al sitio caminando y huyeron de la misma manera, pues para esta finca no hay acceso de carros, hay que dejarlo a unos 500 metros, aproximadamente.
Era la soda más cercana para los visitantes de la Cruz de Alajuelita, zona que atrae a muchos amantes de las caminatas, por la belleza de la naturaleza y la vista espectacular entre la montaña y la ciudad a lo lejos.
Las personas que conocieron a la pareja la recuerdan como humilde, trabajadora y que siempre recibía con gran cariño a los visitantes, por lo general andaban con sus delantales y siempre estaban cocinando. La soda era de piso de tierra, no se necesitaban lujos para demostrar el paraíso en el que vivían.
Golpe para senderistas que los conocieron
La comunidad de senderistas está conmocionada al confirmarse el doble homicidio de una pareja que, con dedicación y cariño, recibía a los caminantes en Finca Lajas, un punto habitual de encuentro en la ruta hacia la Cruz de Alajuelita.
Rita Rodríguez, de la Cruz Roja, confirmó la lamentable situación que fue descubierta la mañana de este domingo 16 de noviembre.
“Al ser las 7:42 de la mañana ingresa un incidente para la atención de unas personas heridas de arma blanca (puñal) en San Antonio, Alajuelita. A la llegada a la escena, nuestros compañeros atienden a dos pacientes, a una mujer y a un hombre de aproximadamente 65 años, los cuales presentan múltiples heridas y se confirman sin vida en el lugar”, dijo Rodríguez.
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Geovanny Granados, líder de caminatas, conoció a la pareja hace unos cinco años y los recuerda con mucho cariño.
“Eran personas especiales, muy atentas, siempre nos contaban historias, también sobre el ganado y la finca, esta noticia nos ha golpeado, uno no cree lo que pasó, es impactante”, señaló Granados.
Así como él, otros integrantes de grupos de senderistas lamentaron la pérdida.
El OIJ se encargó de levantar evidencias para tratar de esclarecer las causas que mediaron y los responsables de este vil ataque.
En redes sociales muchas personas que los conocieron lamentaron la pérdida de la pareja. Una sobrina de Maureen, identificada como Bariana Ramírez, también pidió justicia por su tía y Toño.
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Por ese sitio no pasaban solo los caminantes que iban a la Cruz de Alajuelita, sino a otros sitios como Pico Blanco, allí disfrutaban de la comida que la pareja preparaba en medio de una espectacular vista de las montañas a sus pies.
La muerte de ellos es un misterio que el OIJ debe esclarecer, para además dar con los responsables.
Este caso recordó la masacre en la Cruz de Alajuelita, ocurrida el 6 de abril de 1986, cuando asesinaron a una mujer adulta y a seis menores de edad.
