Doña Lidia Montoya, viuda de José Rafael “Fello” Meza, la leyenda del Club Sport Cartaginés, es quien mantiene en pie a su familia ante las tres muertes que han enfrentado en los últimos ocho meses.
A los 98 años, doña Lidia es el pilar de su familia y aunque este viernes no pudo estar en el entierro de su nieto Allan ya había dado fuerzas a todos sus allegados.
Allan Meza Mena, de 44 años, falleció el miércoles en el hospital Max Peralta, en Cartago, debido a las lesiones que sufrió en la cabeza el sábado mientras participaba en la final del Campeonato Nacional de Rally en Filaldelfia, Guanacaste
El último adiós de Allan fue en la basílica de Los Ángeles, que se hizo chiquitica para el gentío, y fue sepultado en el cementerio General de Cartago.
José Rafael Meza Montoya, tío de Allan, dijo que se sienten devastados porque este año se les vinieron muchos momentos de dolor juntos.
“Mi mamá es la que mantiene fuerte la familia, ella también ha pasado por golpes muy duros, en 1948 tres hermanos de ella se ahogaron un Viernes Santo en Puntarenas; ella es una mujer muy llena de Dios, no hay maldad en su mirada, solo amor, y a pesar de su edad ella nos sigue ayudando a ser fuertes y a salir adelante”, dijo José Rafael.
Añadió: “este año nos ha tocado duro, nunca antes pasamos algo así, jamás la muerte nos tocó tanto y tan profundo, en ocho meses todo en nuestra vida cambió”, dijo Meza, quien contó que no llevaron a su mamá al funeral porque aunque está lúcida, ya está mayorcita.
El 7 de abril Carlos Andrés Villalobos Meza, de 26 años y nieto de Fello Meza, murió al ser chocado por unos picones en La Lima de Cartago. El carro se salió de la calle y pegó contra un árbol.
El 15 de julio falleció Eduardo Enrique Meza Montoya, de 56 años e hijo menor del histórico jugador, por beber licor adulterado con metanol.
Durante este viernes los sentimientos de la familia por las tres pérdidas los acompañaron en el entierro.
“Es duro estar en los zapatos de todos, porque los hemos llorado de manera distinta”, dijo José Rafael.
Al momento del accidente Allan iba manejando y su hermano Cristian Meza era el copiloto; Cristian tiene varias lesiones y estaba internado, pero este viernes pudo darle el último adiós a su hermano en medio del apoyo de sus familiares y amigos.
Allan era ingeniero y trabajaba en Panamá y tenía dos hijos menores de edad; sus amigos dijeron que lo recordarán siempre por ser una persona intachable.
“Nos conocíamos desde hace quince años; Allan tenía negocios en Limón y yo le alquilé un apartamento y nos hicimos amigos, él trabajaba en Limón, pero desde ahí empezó a superarse y a estudiar más. Yo soy abogado y le hacía trabajos para la empresa de la que era gerente, venía de una familia humilde, era muy esforzado y siempre positivo. Supe del accidente y me mantuve pendiente”, dijo Randy Gordon.
Gordon comentó que Allan había logrado superar un cáncer contra el que luchó como un guerrero por su familia.
Juan Carlos Navarro, otro amigo, nos contó que en estos días estuvo haciendo unos arreglos de la casa de Allan.
“El sábado fue el último día que logré comunicarme con él, me dolió mucho porque éramos buenos amigos y siempre recordaré esa amistad, era una gran padre, una persona entregada a quienes estábamos cerca de él”, dijo Navarro.
Algunos familiares utilizaron durante la despedida unas camisetas azules que decían “Meza Rally Team”.